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Jaén

Jaén pierde al pintor David Padilla, el maestro de la luz

Las redes sociales rinden un improvisado y espontáneo homenaje al artista jienense que mejor plasmó la luz del olvidado casco histórico de Jaén

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  • Retrato de David Padilla. -

Desde una habitación del hospital, una y otra vez, a diario, David Padilla pintó el árbol que se alzaba desafiante hasta su planta, lejos de su casco antiguo y del Jaén que plasmó con maestría durante años. Ayer, a los 57 años de edad, moría David Padilla Martínez, tras una corta y dura convalecencia. Siempre dijo que su alfabeto eran los colores y su obra elevó a Jaén y a sus gentes a un estadio onírico lejos de la realidad lánguida de sus calles.


Ayer, las redes sociales, sobre todo facebook, donde a diario mostraba su obra, su devenir, se convirtieron en un improvisado homenaje a un artista comprometido con su ciudad y con su tiempo. Se fue David Padilla en el mejor momento personal y profesional de su vida y se quedó la capital sin otro de sus mejores cronistas plásticos, quizá el que mejor supo mostrar al mundo el casco antiguo de su ciudad.


El escritor ubetense Antonio Muñoz Molina lo definió así hace unos años en un reportaje del periodista Ginés Donaire en El País: “El realismo de David Padilla es, a la vez, jiennense y americano, velazqueño (...) reflejo en vidrio, textura de superficie, la transparencia de una copa de cristal”.
Representante del hiperrealismo jienense, relevo generacional del ‘Grupo Jaén’, maestro retratista y certero ilustrador, su dominio de la luz deja un vacío en un Jaén más gris para las artes plásticas desde ayer.

Vida y obra
David Padilla Martínez nace en Jaén, en 1958. En 1976 marcha a Granada para cursar estudios de Derecho, pero en 1979 los dejaría en un segundo plano para dedicarse a su auténtica vocación, la pintura.


Entre 1980 y 1985 estudia en la Escuela de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, de Sevilla.
Su técnica habitual consiste en el uso de tintas industriales sobre papel. Ejecuta el dibujo con gran precisión, sobre el que construye obras de gran realismo, que recuerdan su origen fotográfico, con ciertos tonos de pop art.


Sus temas están centrados en los paisajes urbanos, poblándolos de personajes anónimos, marginados en ocasiones, que terminan por darle vida y memoria a la ciudad.
Para él, "el arte, entendido como compromiso en la mirada, guiño social y tiempo engullido", resume sus propuestas artísticas.

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