Jerez

Las protestas sindicales ya pasan factura a las terrazas y comercios

Acoje denuncia los perjuicios en los negocios de la zona y en la imagen del centro y pide a los sindicatos "que se pongan en nuestro pellejo"

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Las protestas sindicales  del último mes han hecho saltar de nuevo a los comerciantes del centro, que denuncian los daños colaterales que están sufriendo los bares y los negocios de la calle Consistorio, el epicentro de las concentraciones de los trabajadores municipales frente al Ayuntamiento.

La presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro de Jerez (Acoje), Nela García, asegura que va a pedir una reunión a los representantes de estas organizaciones para trasladarles el malestar que hay en el sector por los efectos de estas ruidosas manifestaciones, que este jueves, al igual que la semana pasada, se tradujeron en una “bajada de clientes y de ventas” en este enclave. 


Debido a las ensordecedoras bocinas que los afiliados del Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP) y el lanzamiento de petardos, la mayoría se lo pensó y cambió su lugar de desayuno habitual en busca de una tranquilidad que en esa transitada vía peatonal no llegó hasta bien avanzado el mediodía. “Las terrazas están vacías. Este tipo de concentraciones lo que generan es un daño colateral irreversible que empieza a afectar a la actividad hostelera y comercial, que ha sido nula prácticamente toda la mañana”, se quejaba García. “Les pedimos también que se pongan en nuestro pellejo y hagan un esfuerzo de empatía, que la Seguridad Social y las cuotas de autónomos, no entienden de malestar”, relata.


Desde Acoje, además, también advierten del daño en la imagen que se está proyectando del centro de Jerez a los turistas que están paseando estos días por esta calle, una de las más confluidas.
Como recuerda la presidenta de Acoje, estas circunstancias no son nuevas ni mucho menos, pues ya pasaron por lo mismo en la acampada de las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio, que se alargó casi un mes dejando bloqueado el escaparate y el acceso de un negocio, Casa Márquez, que al poco tiempo cerró sus puertas.

“¿A nosotros quién nos ayuda?

Las concentraciones de los sindicatos son la puntilla para el castigado comercio del centro, que lleva años intentando sobrevivir a la sangría de cierres de locales por la crisis económica.

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