Málaga

Lagunillas pide ayuda para arreglar el local del futuro economato

Necesitan los materiales para acondicionar el local, ubicado junto al espacio de reparto de alimentos. Atienden a 500 familias de una zona declarada “marginal”

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Cuando empezaron ayudaban apenas a una quincena de familias que no tenían para comer. Una situación que, desgraciadamente, once años después se ha convertido en cotidiana para la Asociación de Vecinos de Lagunillas que encabeza Curro López. Ahora, en 2016, son más de 500 las que acuden hasta la calle Poeta Concha Méndez en busca de alimentos básicos para llenar la nevera y el estómago a diario. Una tarea que ahora compaginan con el arreglo del local contiguo al del reparto, en bruto, y donde sueñan abrir en un futuro no muy lejano un economato social. “Un supermercado solidario donde podamos complementar la alimentación que las familias ahora reciben con carne o, por ejemplo, Cola Cao para los niños”, explica López, que hace un llamamiento al Ayuntamiento de Málaga ante la falta de medios económicos.

El Consistorio ha puesto en marcha una línea de ayudas para que las asociaciones encargadas del reparto de comida en la capital pongan en marcha estos economatos destinados al aprovisionamiento de productos de alimentación, higiene, aseo personal y limpieza a un coste reducido del 75 por ciento respecto al precio de mercado. Una subvención que ellos han solicitado y recibirán 18.000 euros, pero que, aseguran, no les cubre el arreglo del espacio, “luego nos enteramos que había ayudas para arreglar el local, pero se ha acabado el plazo”, apunta. 

“Necesitamos todos los materiales para, como ya hicimos en su día con el otro, acondicionarlo, lo estamos haciendo entre los voluntarios, la mayoría, albañiles o electricistas en paro”, apunta el responsable vecinal, ‘Tito Curro’, como así lo conocen en el barrio que la Unión Europea llegó a declarar hace años como “zona marginal”.

A golpe de grafitti Lagunillas resurge de sus cenizas gracias al arte que colorea sus calles, aunque muchas familias siguen sufriendo los peores efectos de la crisis. El sueño de Curro es que algún día se cierren las puertas de la asociación. De momento, batalla porque el súper más solidario del barrio sea pronto una realidad.

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