Taiwán, muy dependiente de Estados Unidos en seguridad nacional y como segundo mercado de exportaciones, teme que la elección de Donald Trump como presidente lleve a la potencia norteamericana al proteccionismo y al aislacionismo.
En el campo económico hay temores de que el giro en las políticas económicas bajo Trump lleve a un alza en tarifas aduaneras y a la necesidad de que las empresas taiwaneses reubiquen manufactura en Estados Unidos.
"Empresas taiwanesas como Foxconn (Hon Hai Precision Industry), fabricante de los iPhone y iPad de Apple, pueden verse forzadas a reubicar sus líneas de producción en los Estados Unidos", dijo hoy el presidente del Instituto de Investigación Económica de Taiwán, Jeff Lin, en declaraciones difundidas hoy en medios isleños.
En seguridad, Taiwán desempeña un papel importante en la reorientación estadounidense hacia el Asia Oriental y la isla depende de Estados Unidos como principal suministrador de equipos bélicos, que sirven de disuasión para que China no la invada.
Un exviceministro de Defensa, Lin Chong-pin, comentó hoy a medios isleños que el gobierno de Trump mantendrá la venta de armamentos a la isla y apoyará a Taiwán para que desafíe a China con "su democracia y libertad", pero no en lo que pueda desencadenar un conflicto bélico.
La prioridad de Trump en el estrecho de Formosa será que "no haya conflicto ni guerra".
Ante un eventual aislacionismo estadounidense, China pasará a llenar ese vacío y su influencia internacional aumentará, señalan varios expertos.
Taiwán tendrá que olvidarse del Acuerdo Transpacífico y enfocar sus esfuerzos en el ingreso en la Asociación Económica Regional Integral (RCEP, por sus siglas en inglés), liderada por China, y en la firma de acuerdos de libre comercio con otros países, incluyendo los Estados Unidos, sugirió Jeff Lin.