La Gerencia de Urbanismo ha comenzado esta semana tareas de limpieza y reparación en el puente de San Bernardo, de cara a poner en valor el patrimonio arquitectónico de esta estructura y evitar su degradación. Las labores tendrán un coste de 28.473 euros, que se destinarán a la retirada de suciedad, pintadas y el análisis del estado del viaducto, entre otras tareas.
Los trabajos tendrán una duración de un mes, por lo que terminarán hacia principios de diciembre. En este periodo, una empresa especializada en limpieza de edificaciones se encargará de retirar musgos, moho, líquenes, restos de polución, orines de perro, pintadas y todos aquellos elementos perniciosos de la superficie del puente, según ha informado el Ayuntamiento de Sevilla en una nota de prensa.
El área que recibirá el adecentado será de 1810 metros cuadrados, que comprenderá los contrafuertes de ambos lados de la estructura, incluyendo escalinatas, cornisas, pedestales de farolas, pináculos ornamentales y torreones. Para ello se empleará una técnica de limpieza en seco no invasiva, de modo que los materiales no se deterioren a causa de esta actuación. Principalmente se hará uso de un método aero-mecánico de presión regulable, que en ocasiones se emplea en la restauración de cuadros antiguos por su delicadeza y eficacia.
Al terminar las tareas de limpieza, los técnicos llevarán a cabo un diagnóstico del estado de los muros para evaluar la necesidad de posibles actuaciones posteriores. Las tareas de acondicionamiento que lleva a cabo Urbanismo permitirán cuantificar el número de ladrillos y sillería que habrían de ser sustituidos en el futuro, entre otras cuestiones.
Los problemas más preocupantes sobre el estado de conservación del puente recaen en el deterioro de la piedra, cuya porosidad está aumentando, y del ladrillo, que se está disgregando en algunos puntos de la superficie. De este modo, el adecentado también está encaminado a evitar que se acelere el proceso de deterioro.
El puente de San Bernardo fue objeto de una actuación de restauración y puesta a punto en el año 1992, si bien, hace tres años la Gerencia intervino en uno de los torreones, concretamente en el más cercano al antiguo Mercado de la Carne. En esa ocasión, se repararon varios pináculos de piedra caliza que presentaban fisuras.
Aunque se trata de un Bien no catalogado, este puente es el único que se mantiene hoy día, de los tres que se construyeron en Sevilla, a principios del pasado siglo, para resolver el cruce con las antiguas vías del ferrocarril, no habiendo sido destruido al valorarse especialmente su integración en el entorno. De estilo neobarroco, los numerosos elementos ornamentales que lo decoran, y especialmente la vistosidad de las farolas que lo iluminan, hacen de este conjunto uno de los Bienes más apreciados por los sevillanos.