La Audiencia de Málaga ha condenado a tres hombres, uno de ellos agente de la Policía Nacional, por dirigir un club en el que varias mujeres "ejercían la prostitución en condiciones de explotación", ya que debían cumplir unas normas, como pagar una cantidad de dinero diario o sólo descansar un día, y de no hacerlo eran sancionadas por los responsables del establecimiento.
Así consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que se condena a todos los acusados por un delito relativo a la prostitución y otro contra los derechos de los trabajadores, con la atenuante de dilaciones indebidas. Se impone al agente la pena de un año y nueve meses de prisión, multa e inhabilitación absoluta para cargo público.
Se apunta en la resolución que "ejercía especial labor correctora" el agente de Policía, que "prevaliéndose de dicha condición, infundía temor a las mujeres". También había una mujer que ejercía "labores de 'mami'" y que era la que debía dar cuenta a los socios del establecimiento.
A los otros dos se les condena a un año y tres meses de prisión y multa. Asimismo, en la resolución, que se dicta con la conformidad de los acusados, se acuerda la suspensión de la pena durante dos años para los tres hombres.
Según se declara probado en la sentencia, la Unidad de Asuntos Internos de la Policía tuvo sospechas de que un agente hubiese arrendado junto a otras personas dicho club, que ya se dedicaba con anterioridad a la prostitución, por lo que se intervino su teléfono. De la investigación se obtuvo que la explotación del establecimiento la realizaban los tres acusados.
Así, según establece la resolución, los tres acusados "se venían dedicando en el citado establecimiento a percibir beneficios económicos derivados de explotación en la prostitución de mujeres que allí empleaban, percibiendo el importe de las consumiciones que realizaban los clientes que acudían a tener relaciones sexuales".
Se indica que las mujeres que aparentemente se hospedaban en el local, utilizando la denominación de "hostal", pagaban al mismo la cantidad de 50 euros diarios por el alojamiento, independientemente de que se quedaran o no. La Sala precisa que eran al menos siete mujeres, de distintas nacionalidades, las que ejercían la prostitución "en condiciones de explotación".
En este sentido, se explica que había "unas directrices concretas y normas impuestas por los socios --acusados--, conformando lo que se ha dado en llamar como 'leyes de la casa'", entre las que el Tribunal destaca "las imposiciones de porcentaje de ganancias que debían aportar, el cumplimiento de un riguroso horario", sin poder estar allí una vez cerraba el local; o el descanso semanal de solo un día.
"Las mujeres que venían ofreciendo favores sexuales a cambio de la correspondiente contraprestación económica debían cumplir las normas, en caso contrario serían corregidas por los responsables del club, imponiendo sanciones consistentes en cien euros de multa en el supuesto de que descansaran dos días", dice la sentencia.