El ministerio de Educación y las comunidades autónomas han llegado a un acuerdo para reformar las reválidas y dejarlas sin efectos académicos.
Las evaluaciones finales de primaria y ESO serán muestrales (no estarán obligados a ellas todos los alumnos) y de diagnóstico; y la de Bachillerato, que servirá para entrar en la Universidad, será similar a la Selectividad y acordada entre las comunidades y las universidades.
El consejero de Educación de Asturias, Genaro Alonso, que ha informado de la decisión a la prensa, ha dicho que es un "éxito sin precedentes", a la salida de la reunión de la Conferencia Sectorial de esta tarde, que probablemente haya sido la más corta de este tipo, al menos en los últimos cinco años.