El Restaurante El Faro de Cádiz celebra desde ayer y hasta el próximo 29 de enero, las XXIII Jornadas Gastronómicas de Zamora, un evento gastronómico que se ha convertido en una de esas tradiciones que deberían perdurar hasta el fin de los días.
Estas jornadas las iniciaron Gonzalo Córdoba y Mariano Rodríguez San León, siendo éste último presidente de la Federación Española de Hostelería (hoy presidente de Honor). El primero era el gerente de El Faro y el segundo ocupaba el mismo cargo en el Restaurante Sancho 2 de Zamora. Se conocieron durante los distintos congresos de hostelería a los que ambos acudían y allí iniciaron además de una amistad, un intercambio cultural y gastronómico que se ha convertido en un gran evento culinario en Cádiz. Una tradición que han seguido los hijos de ambos, por Cádiz, Maite Córdoba y por Zamora, Luis Miguel Rodríguez, quien no duda en desear que “ojalá los nietos sigan con este evento”.
El actual gerente del Grupo Sancho, Luis Miguel Rodríguez, insiste en que se trata de un “intercambio cultural y gastronómico”, así “a finales de noviembre se trasladan a su restaurante en Zamora desde Cádiz para ofrecer lo mejor de esta zona, desde langostinos, frituras y siempre un pescado como plato fuerte, ya sea lubina, pargo, urta, etc”.
Meses más tarde, a finales de enero, “venimos nosotros a Cádiz y ponemos sobre su mesa nuestros mejores platos y productos, como el cochinillo zamorano al horno, la paletilla lechal, las chichas de matanza, las carnes de Alistes, etc”.
Su cocinero, Rafael Rivera Ríos se traslada hasta la cocina de El Faro y durante la duración de las jornadas se hace cargo de los platos zamoranos, “aunque tras tantos años, hay ya mucha compenetración entre ambas cocinas”, afirma Luis Miguel Rodríguez.
En noviembre suele ser el jefe de cocina de El Faro, Manolo Ojeda, el que se traslada a los fogones de Sancho 2.
En ambos restaurantes “estas jornadas son muy esperadas y ayudan a dar a conocer en un lado y en otro lo mejor de cada provincia”.
Este 25 de enero comenzaron estas jornadas zamoranas con una degustación de la que es imposible no salir totalmente satisfecho. No hay plato, desde la morcilla picante con pasas, piñones y dátiles, hasta las mollejas de cordero al ajillo, que no merezca estar en los altares de la gastronomía, y eso sin dejar de lado postres como las cañas zamoranas con fondo de natillas. Impresionantes. Pero no por mucho hablar se puede trasladar al lector los sabores zamoranos que durante estos días invaden cada rincón de El Faro de Cádiz. Para eso hay que ir, sentarse en una mesa y dejarse llevar porque como afirma Luis Miguel Rodríguez, “del mar el mero y de la tierra, el cordero”.
