Un juzgado de Huelva ha condenado a un año de prisión a un hombre y una mujer por estafar a clientes, trabajadores y proveedores de una clínica dental que durante seis meses tuvieron abierta en la capital onubense.
En la sentencia de conformidad, a la que ha tenido acceso Efe, el juez los considera responsables de un delito continuado de estafa y les impone además el pago de 10.700 euros de indemnización a las víctimas en concepto de responsabilidad civil.
Se considera probado que en 2008 estas dos personas abrieron una clínica dental en la calle Rábida de la capital onubense sin licencia de apertura, ya que aunque la solicitaron al Ayuntamiento, este no se la concedió al no atender los requerimientos que se le hicieron.
Ofrecían tratamientos dentales sin tener la intención de efectuarlos o en su caso completarlos al carecer de fondos propios y de financiación necesaria para el desarrollo de su actividad.
Algunos pagaron en metálico y otros aceptaron los presupuestos y la financiación que se les proponía a través de otra entidad, pasando a cobro por domiciliación bancaria de las cuotas mensuales, lo que provocó que tuvieran que seguir pagándolo incluso después de cerrar la clínica.
Las estafas a los clientes, un total de ocho personas, van desde los 400 a los 13.000 euros.
Además, los acusados también estafaron a los trabajadores que contrataron, a los que no pagaron sus salarios y a la empresa proveedora que les instaló el mobiliario y material clínico por valor de 50.000 euros.
La clínica cerró sin previo aviso en enero de 2009 intentando trasladar los efectos y material médico y quirúrgico a Madrid, lo que no fue posible por la intervención policial.
Unos meses después, en abril de ese año, ambos fueron detenidos en Madrid, tras recibir la Policía Nacional una decena de denuncias por esta estafa.