Arcos

La Iglesia invita a la reflexión en Cuaresma

La parroquia de San Francisco destaca el ayuno, la limosna y la oración como tres pilares de la actitud cristiana en este tiempo

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  • El sacerdote Jorge Manrique. -

La Iglesia ya vive la Cuaresma tras el simbólico Miércoles de Ceniza. Según explica el párroco de San Francisco en Arcos, el padre Jorge Manrique, se trata de “un tiempo de preparación para la resurrección del Señor”. El sacerdote habla de tres aspectos: el ayuno, la limosna y de la oración, y de 40 días para “revisar cómo está nuestra vida”.

La parroquia vive la Cuaresma también de la mano de las hermandades, que en el caso de las Tres Caídas ha  sido la primera en llevar a cabo sus cultos cuaresmales, quedando pendientes en esta parroquia los cultos de San Antonio y del Dulce Nombre. El sacerdote apela, así pues, a un tiempo de reflexión, de oración y de contacto con la familia “para que nos ayudemos unos a otros”. Para el mismo, la ceniza tiene por objetivo simbolizar “externamente lo que anhelamos internamente: ser personas con un cristianismo sólido y tratarnos como hermanos porque ocurren cosas que acaban distanciándonos”.

“La sociedad en general es una sociedad pluralista, con diversos pensamientos e ideologías. Desde Cristo tenemos una forma muy particular de vivir, que por supuesto es la auténtica y verdadera. Jesús nos transmite unos principios y unos valores que alimentan nuestra existencia y que nos hace vivir la vida en su realidad, no vivirla fantasiosamente”. 

El padre Jorge Manrique es colombiano y estos días acaba de regresar de su tierra, donde las desigualdades sociales están a la orden del día: “Llevo seis años en España y un año y medio en la parroquia de San Francisco. Efectivamente, en Latinoamérica se encuentran desigualdades, donde la sociedad se divide en ricos y pobres y se crean muchas injusticias. Pienso que eso nos da una visión de la vida humana. Mi trabajo es acercarme, acompañar a la Iglesia que es una voz de aliento y ánimo”, señala este curtido sacerdote que ya comienza a ser querido y respetado en San Francisco y todo Arcos.

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