La hermandad de la Expiración estrenará el próximo Jueves Santo la restauración de los respiraderos del paso de palio. Supone una restauración integral, que incluye el armazón de madera y que pondrá en valor de nuevo la obra de Seco Velasco.
El orfebre jerezano Antonio García Falla ha sido el encargado de ejecutar este trabajo, que supone garantizar durante más décadas esta gran obra de orfebrería de uno de los talleres más prestigiosos de la época, como fue el de Seco Velasco.
El paso de palio fue adquirido en 1947 con los primeros encargos al taller de Manuel Seco Velasco, y fue enriqueciéndose en años posteriores, hasta 1950.
Metal cincelado y repujado
Los respiraderos del paso de palio de la Virgen de la Esperanza destacan por su fuerza, dado que se trata de metal cincelado y repujado, de mayor dureza que la alpaca plateada usada en las últimas décadas.
El taller de Seco Velasco, que también realizó la corona de la Virgen del Carmen Coronada, o la corona de la Virgen de la Amargura de Afligidos, hizo de este paso su obra más grande en San Fernando, por cuanto varales, candelabros de cola, peana, respiraderos y dos ángeles con farol, fueron realizados en el taller de Seco Velasco.
El paso ha ido sufriendo incorporaciones en las últimas décadas, pero la restauración y plateado de los respiraderos era algo más que necesaria, dada la antigüedad de las piezas.
Los respiraderos fueron restaurados por el propio Seco Velasco en 1976, si bien el resto del palio, como varales, faroles, candelería y jarras delanteras, no corresponden a la autoría del Seco Velasco.
