Jerez

El levante cedió el protagonismo a las cofradías

Las hermandades disfrutaron de una meteorología más favorable que el domingo. Santa María de la Paz salió sin su corona del XVIII, robada en febrero

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  • Nuestra Señora de la Paz -

El de ayer pudo ser el último Lunes Santo con cinco cofradías, ya que parece probable que La Sed o La Salud de San Rafael se incorporen a este jornada procesional la próxima Semana Santa. Cabe incluso la posibilidad de que se incluya a ambas hermandades, atendiendo de este modo el deseo ya expresado por sus juntas de gobierno. Sea como fuere, todo apunta a que el Lunes Santo va a seguir creciendo y que lo va a hacer por el distrito sur, que ayer no se hizo presente en el centro de la ciudad.

Un antiguo juego de potencias y una diadema trataron de sustituir ayer a las piezas sustraídas a la Hermandad de la Cena

Sí estuvieron bien representados dos de los barrios que surgieron en Jerez a mediados del siglo pasado, en lo que fue la primera expansión de la ciudad: La Plata y La Constancia. Fue en los conjuntos diseñados por Fernando de la Cuadra donde arrancó esta tarde de Lunes Santo, con menos presencia del viento de levante que el Domingo de Ramos y, en general, de meteorología más favorable.

A las cinco de la tarde se abrieron las puertas del anexo a la parroquia de Santa Ana desde el que procesiona desde hace unos años la Hermandad de la Candelaria. Bañado por el sol, el cortejo nazareno inició su recorrido por la barriada de La Plata arropado por miles de jerezanos. En medio de la multitud, el Señor de las Misericordias y la Virgen de la Candelaria parecen dos vecinos más del barrio. La Agrupación Musical de la Sentencia y la Banda Municipal de Música de Rota acompañaron a ambas imágenes, que apenas presentaron novedades con respecto a años anteriores. En el palio se estrenó como capataz Manuel Jaén Vargas, mientras al frente del misterio repitió Domingo Gil.

El antiguo toque de clarines de la plaza de toros pareció reencarnarse poco después de las cinco de la tarde de ayer en los acompasados sones de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes, que acompañó por primera vez al Señor de la Paz, de la parroquia de Fátima. La última cofradía en incorporarse a la tarde del Lunes Santo estrenó el dorado del frontal de su paso de misterio, un trabajo que ha sido realizado por los hermanos González.

Escoltado por el cuerpo de bomberos -muy vinculado a esta cofradía- este formidable conjunto fue buscando el centro por la avenida de Fátima y la calle Zaragoza. Al mando de la cuadrilla de costaleros, el propio hermano mayor de la cofradía, Jesús Caro. Detrás, el paso de palio de la Virgen del Refugio, una de las dolorosas a las que Fernando Barea imprime su sello personal. Se estrenó tras el manto la Banda de Música Virgen de las Angustias, de Sanlúcar la Mayor, repitiendo José Luis Lobato como capataz. Especialmente lucido resultó el paso de la cofradía por Tornería, ya de regreso a su barrio. 

El Lunes Santo vive uno de sus grandes momentos en el entorno de San Marcos con la salida a la calle de la Hermandad de la Cena. En ese trayecto que va entre el templo del evangelista y Puerta de Sevilla apenas cabía nadie más cuando la cofradía aún no se había puesto en marcha, lo que ocurrió finalmente a las seis y cuarto de la tarde.

La hermandad sufrió recientemente la pérdida de algunos enseres, entre los que se encontraban un juego de potencias, un cáliz y, sobre todo, la corona de Santa María de la Paz, una pieza insustituible de 1792. Se había previsto prescindir de todos estos elementos en la tarde del Lunes Santo, pero finalmente no fue así. El Señor de la Cena lució un antiguo juego de potencias y portó otro cáliz; y Santa María de la Paz mostró su realeza con una diadema de metal plateado.

La Agrupación Musical de la Estrella de Dos Hermanas y la Banda del Nazareno de Rota acompañaron a ambos pasos, al frente de cuyas cuadrillas repitieron Martín Gómez y Juan Verde. Merece la pena resaltar un año más el trabajo de los costaleros del paso de misterio, que de nuevo volvió a impartir su magisterio por las calles de Jerez. 

Prácticamente a la misma hora salía de la Catedral la Hermandad del Cristo de la Viga, en un ambiente bastante más íntimo, como sereno es su transcurrir por Peones o Carpintería Baja, momentos en los que la cofradía puede disfrutarse en plenitud. La del crucificado es con casi toda certeza la imagen más antigua que procesiona en la Semana Santa de Jerez.

Detrás, una dolorosa con siglos de historia a sus espaldas, la Virgen del Socorro, que es copatrona de la ciudad. El palio fue exornado ayer con flores de tonos morados y malvas, haciendo conjunto con el color de la capa del hábito nazareno. Eduardo Salazar y Álvaro Barba ejercieron como capataces de ambas cuadrillas. El paso de palio fue acompañado por la Banda de Música Maestro Agripino Lozano, de San Fernando.

La Hermandad de Amor y Sacrificio es la más antigua del Lunes Santo y la última que inicia su recorrido por las calles de Jerez. Destacable fue su tránsito por la calle Sol -poco después de su salida- en busca del centro. También su presencia por el barrio de San Pedro, ya cerca de la Carrera Oficial. La cofradía disfruta de un importante arraigo entre los jerezanos a pesar de la austeridad y severidad de sus formas. La imagen de la dolorosa recibió innumerables saetas a lo largo del recorrido, sucediéndose una tras otra en el tramo comprendido entre la Cruz Vieja y la Plazuela, ya de madrugada.

Con Amor y Sacrificio en la calle, el Lunes Santo se vistió de luto y hasta el viento pareció callarse... 

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