El acusado de acabar con la vida de otro con un arma blanca y agredir a un segundo hombre en mayo de 2014 en una zona de ocio de la localidad malagueña de Benalmádena ha asegurado este lunes ante un jurado popular que no recuerda nada de lo sucedido, tan solo que consumió alcohol y drogas.
La Fiscalía solicita 31 años y cuatro meses de prisión para este joven, al que acusa de los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa, lesiones graves y tenencia ilícita de armas; mientras que la defensa alega su inocencia y considera que no está clara la participación de su cliente.
Según el escrito inicial del ministerio fiscal, al que tuvo acceso Europa Press, sobre las 06.50 horas del 31 de mayo de dicho año tuvo lugar una disputa y el acusado, de 20 años entonces, "de modo repentino y sin motivo aparente, agredió sucesivamente" primero a un joven de 19 años y luego a otro, de 25 años, con un objeto punzante.
Para la Fiscalía y la acusación particular, que representa a la familia del fallecido, la intención "era acabar con la vida" de los dos jóvenes. Así, se indica que, supuestamente, al primero le dio "un corte en el cuello" y al otro, tres. Tras lo que "emprendió la huida" y fue detenido por la Policía Local a varios metros del lugar.
El acusado ha señalado que llegó al lugar sobre las doce de la noche con dos amigos y que bebió y se drogó; apuntando que cree recordar que participó en la pelea, pero no se acuerda de nada más hasta que se despertó al día siguiente en el calabozo; ni siquierda de la declaración que hizo ante la Policía Nacional.
Sí ha asegurado que no suele salir con armas blancas y que ese día no llevaba; aunque, según la acusación pública, en la Comisaría, en el cacheo que le realizaron los agentes le encontraron en el cuerpo escondida una navaja de ocho centímetros de hoja, con restos de sangre.
A consecuencia de la agresión, dice el ministerio fiscal, el primer joven falleció días más tarde en el hospital por un shock hipovolémico como consecuencia de la herida en el cuello. La otra víctima sufrió lesiones que, por su situación anatómica, órganos afectados y profundidad "tuvieron un riesgo vital evidente".
