Jerez

Pedro Pacheco y su salida

Ahora me ha llegado el recuerdo de aquel abril de 1979 cuando fue proclamado el primer alcalde de la nueva democracia de Jerez

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  • Pedro Pacheco -

La  salida de Pedro Pacheco desde su privación de libertad a su domicilio ha sido sin género de dudas la noticia del fin de semana en nuestra zona de influencia, aunque no ha tenido un excesivo calado fuera de nuestras fronteras locales, tal vez por aquello que la memoria es frágil y ya no recuerdan a aquel líder político que, quiérase o no, para bien o para mal, escribió sonoras páginas en su etapa tanto en la alcaldía, donde se eternizó o, mejor escrito, lo eternizamos los jerezanos con nuestros votos, o en el parlamento andaluz o en sus frases típicas y tópicas que a nadie dejaban indiferente.

Ahora, lejos de esos focos que se centraban un  día y otro en su persona; ahora, lejos de sus predicamentos en ruedas de prensa que siempre daban para un titular en primera o para abrir los informativos de la radio o la televisión; ahora lejos de sus proyectos de ciudad que una vez fueron excelentes y otras veces fueron caóticos; ahora lejos de toda aquella parafernalia que le perseguía y con la que él tan a gusto parecía sentirse, Pedro Pacheco ha hecho el trayecto hasta su casa para estar con los suyos, para convivir con su gente, con aquellos que no lo han olvidado, para aquellos que no le han dado la espalda y que siguen, de frente, siendo sus amigos.

Ha estado con su familia, con sus amigos más íntimos, con su gente y ha vuelto a seguir penando unas cuentas pendientes que no sé, sinceramente, si son de tanta gravedad como grave está siendo su privación de libertad. Y en esos pensamientos del hombre, sobre el hombre al que su gestión política lo ha llevado donde lo ha llevado, me llega el recuerdo de aquel mes de abril de 1979 donde era proclamado el primer alcalde de la nueva democracia en Jerez. Un alcalde joven, con ganas de hacer política, con deseos de cambiar la fisonomía de aquel Jerez apueblado con el que topó. Fueron unos años en convivencia con PSOE y PCE que comenzaron a cambiar a Jerez y que iniciaron su carrera política que parecía no tener fin. Quizá él debió haber adivinado su final y haber dado un paso al lado de la política municipal, pero dicen que el poder envanece o que la erótica del poder existe para lo bueno y para lo malo.

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