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Huelva

Hubo "un ataque reiterativo" de una persona en el crimen de Almonte

Las huellas y manchas de sangre encontradas denotan que el autor de los hechos fue sólo una persona y que hubo "un ataque reiterativo" hacia las víctimas

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  • El acusado del doble crimen de Almonte -

Las huellas y manchas de sangre encontradas en la vivienda en la que se perpetró el crimen de Almonte (Huelva) el 27 de abril de 2013 denotan que el autor de los hechos fue sólo una persona y que hubo "un ataque reiterativo" hacia las víctimas.

Así lo ha puesto de manifiesto hoy, en el juicio que por esta causa se celebra en la Audiencia Provincial de Huelva, uno de los agente de la Guardia Civil que realizó el informe sobre dichas manchas, remarcando, que existían, principalmente en el pasillo, el dormitorio principal, el de la menor y los dos baños, tanto por proyección como por transferencia, roce o gravitación.

Con relación a las huellas ha señalado que por estas estancias se reiteran dos tipos compatibles, una de ellas con la pisada de una zapatilla deportiva y la otra con la del calzado de una menor.

Concretamente, sitúan al autor de los hechos y a la niña tanto en la cocina como en ambos dormitorios, en el pasillo y en ambos baños, si bien no ha podido determinar si hubo persecución.

Con respecto a la habitación de la niña, el estudio determina, por la dirección de las pisadas, que los dos accedieron a la misma, pero sólo salió el autor.

En esta estancia aparece un gran mancha de sangre por transferencia junto al armario, donde aparece el cuerpo de la menor, y otra en la cama donde "debería haber estado depositado con anterioridad y en la que estuvo bastante tiempo sangrando".

Por las proyecciones de sangre encontradas en el cabecero de la cama se podría establecer que la niña "pudiera haber sido atacada en este lugar y depositada en la cama, y después arrastrada hasta donde se halló el cadáver, o bien la menor se hubiera podido bajar y arrastrarse hasta ese lugar".

En cuanto al dormitorio principal, donde se encontró el cadáver del padre, ha apuntado que en el pasillo de esta estancia ponen de manifiesto que en ella "hubo una lucha y oposición al ataque, además de desplazamiento", principalmente por las manchas proyectadas a la pared de sangre arterial.

Sin poder determinar donde comenzó el ataque al fallecido, sí que ha indicado que donde concluyó fue en esa habitación, por "la gran mancha de sangre coagulada hallada en ella, que indica que fue el lugar en el que se desangró".

En cuanto a los baños, además de las pisadas del presunto autor y de la menor, se encontraron toallas manchadas de sangre y otros restos en el lavabo y en la placa de la ducha, lo que señala que "hubo manipulación de los mismos" pero no ha podido precisar si fue por la intención del primer de asearse o limpiarse.

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