Publicidad Ai

Deportes

Motivos para pensar en la segunda estrella

España vuelve a enamorar con su estilo de toque, su capacidad para empequeñecer a los rivales y a base de buenos resultados

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • sergio ramos -

España vuelve a enamorar con su estilo de toque, su capacidad para empequeñecer a los rivales y a base de buenos resultados. Hay motivos, por tanto, para creer que los de Julen Lopetegui serán protagonistas en el Mundial de Rusia y olvidarán el paso aciago por Brasil en 2014, que supuso la despedida de gran parte de la mejor generación en la historia de la ‘Roja’.

Pese a que ya había indicios que apuntaban a un cambio de ciclo, la etapa de Vicente del Bosque se alargó hasta la Eurocopa de 2016 y terminó con una cura de humildad frente a Italia en la primera ronda de eliminatorias directas. Fue la despedida de Del Bosque y de aquellos jugadores que pasaron la criba de Brasil pero que hacía tiempo que estaban muy por debajo de su versión más acertada. Tocaba un retoque en el banquillo acertando de pleno la RFEF en colocar a Julen Lopetegui como el impulsor del cambio. Avalado por sus logros en las categorías inferiores, el técnico vasco tomó posesión del cargo un 1 de septiembre de 2016 ante Bélgica con victoria por 0-2 y ya han transcurrido 15 partidos desde que empezó su etapa, en los que el nuevo seleccionador no conoce la derrota. Los brotes verdes, que ya salieron a la luz en su estreno, se han ido confirmando a lo largo de una fase de clasificación para enmarcar. España completó el camino a Rusia con un balance de nueve victorias y un empate en un total de 10 partidos, en los que logró 36 goles a favor y solo encajó tres.

Se trata de la segunda mejor marca en toda Europa solo por detrás de la de Alemania, pero las mejores cuotas al Mundial de Rusia sitúan a otras selecciones como Francia o Brasil por delante de España en la carrera por el título a siete meses del inicio del torneo más prestigioso de todos en este deporte. El hecho de no cargar con el peso del favoritismo solo se puede entender como algo positivo para una selección que tiene los mimbres necesarios para sustituir a los alemanes en el palmarés.

Desde que Pep Guardiola alteró el concepto del fútbol moderno para el bien de España y para desgracia de Italia, el peso de un equipo, o de una selección en este caso, lo lleva el centro del campo y en esa línea la Selección no tiene rival a día de hoy. Andrés Iniesta y David Silva, abanderados del juego de toque desde los tiempos de Luis Aragonés, han encontrado en Isco Alarcón, Thiago Alcántara, Marco Asensio y Saúl Ñíguez, entre otros, a jugadores que entienden el fútbol a su imagen y semejanza para interpretar los tres elegidos para el equipo titular, sea cual sea la combinación, esa sinfonía de toques, paredes y triangulaciones infinitas que terminan por derribar todo muro defensivo que se precise y sobre todo por hundir la moral del oponente, cansado de correr sin sentido de un lado al otro del campo.

España tiene varios dibujos

Renovando el plantel, pero no renunciando a su estilo propio, España infunde respeto sobre el verde haciendo a selecciones como Costa Rica, Italia, Francia o Inglaterra parecer menos competitivas de lo que en realidad son. Lopetegui ha recuperado el juego asociativo que tanto gusta a la afición y lo que es más importante: el trabajo sin balón. Durante los últimos días de Del Bosque, la presión brilló por su ausencia y ahora España presiona otra vez como un bloque compacto en el campo contrario y asfixia al adversario hasta hacerse de nuevo con el control de esférico y del juego. Además, el técnico ha añadido cosas nuevas. En los entrenamientos se trabaja la táctica y España es también peligrosa a balón parado, pese a que en estatura sigue siendo inferior a la mayoría porque no todas las jugadas se tienen que resolver por arriba.   

Por norma general, los rivales pequeños tienden a contrarrestar su juego colocando a todo el equipo sobre el área, pero no deja de ser un problema con solución para Lopetegui. Es un técnico con varios dibujos en la cabeza y los sabe alternar como más convenga a los intereses de España sin renunciar a los bajitos. Ante este tipo de situaciones, suele apostar por solo tres hombres en la retaguardia para ganar en superioridad en el centro y obligar así a que los equipos defensivos se vean en la tesitura de fijar la marca sobre un hombre más a lo habitual. Y ante las teóricas grandes, Lopetegui retorna a la clásica defensa de cuatro jugadores para aprovechar la velocidad de dos laterales tan ofensivos como son Jordi Alba y Dani Carvajal.

El mayor dilema del entrenador es elegir a los 23 que representarán a España en Rusia ante las muchas alternativas para todos los puestos. Partiendo de un grupo de 15 o 16 fijos, ha ido variando el bloque en su segunda unidad y saliéndose de ese hermetismo al que a veces parecía condenado el que dirigía Del Bosque. De esta manera, ha elevado así la competencia y ha dado lugar a que hasta los pilares principales se pongan las pilas porque nadie parece tener el puesto asegurado. El mismo Diego Costa, el designado para heredar las responsabilidades de David Villa, tiene muchas papeletas para quedarse sin hueco en la convocatoria. El hispano-brasileño lleva varios meses inactivo y, entre tanto, el resto de delanteros han realizado méritos para apartarle de los planes de Lopetegui. Álvaro Morata está de dulce con el Chelsea y ha trasladado sus buenos números a la Selección como también han hecho otros atacantes caso de Iago Aspas o Rodrigo Moreno. Tiene también muchas variantes por banda desde los futbolistas de perfil de toque a los que abren el campo como Vitolo o Pedro, que además se esmeran en labores defensivas y suelen frenar las posibles subidas de los carrileros del contrincante.

Además, ha dado más galones a Silva, quien se ha asentado como uno de los goleadores del equipo nacional partiendo desde segunda línea. El canario, indiscutible para Lopetegui, lleva 11 tantos bajo su mandato y poco a poco se va acercando a los tres máximos goleadores en la historia de España porque solo tiene a tres de distancia a Fernando Torres (35 goles). De hecho, frente a Costa Rica firmó un doblete para recalcar la importancia de cara a puerta del centro del campo en este equipo, en el que todos trabajan mirando las dos porterías y dan mucha más protección a Sergio Busquets en labores defensivas. Sin recambio a día de hoy, Saúl se perfila como la opción más fiable para darle descanso, aunque suponga privar al del Atlético de Madrid de dejarse ver por el balcón del área.

Paralelamente, Lopetegui ha abierto las puertas de la Selección a muchos debutantes y a futbolistas que ya reclamaban una oportunidad desde antes que asumiera el cargo, caso de Ander Herrera. Suele dar alguna sorpresa en cada convocatoria, por lo que a buen seguro habrá alguna entre la expedición que viajará el próximo verano a Rusia. Por delante, quedan varios meses para que termine de confeccionar un grupo que no tiene nada que temer ni envidiar a Alemania, Brasil y Francia.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN