San Fernando

“La salud de los niños depende de la fortaleza de quienes los cuidan”

Juana Luisa Sánchez dice que los padres de niños con necesidades específicas deben de ser conscientes de que hacen una labor de personas "muy valientes".

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Se llama Juana Luisa Sánchez y es educadora. Tiene un curso de mediación familiar. Está jubilada pero no duda en acudir a donde la llaman para echar una mano. Bien a familias desestructuradas; bien a personas que precisan de un apoyo externo para vencer sus miedos.

Y viene a decir que lo que menos necesitan unos padres con hijos con necesidades específicas son problemas añadidos a una situación para la que es preciso ser muy fuertes -o hacerse muy fuertes- para sobrellevarla cada día.

Colabora con la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía de forma altruista y trasmite sus conocimientos tanto a los padres como al profesorado, además de trabajar directamente con los niños en los centros.

Todo para hacer ver que esos profesores, esos padres y esos niños están ganando la partida a la ansiedad del día a día. Porque de lo que se trata es de transmitir que nadie está solo. Aunque no vea a nadie a su alrededor.

Juana Luisa Sánchez impartió un taller en el colegio Casal Carrillo con motivo del encuentro de los centros con Aulas Específicas. De todo lo que se habló en ese taller no puede dar cuenta este periódico porque sólo asistió un rato. Lo permitido e indispensable. Pero del resultado y del agradecimiento de los padres sí puede dar fe. Y la da.

Que es una comunicadora nata es algo que se le nota en apenas unos minutos, mucho más cuando el taller se pasa del horario porque de allí no se quiere mover nadie. Ni Juana ni los padres.

Que usa un lenguaje para todas las edades, también salta a la vista. Y lo más curioso, que usa el mismo lenguaje para todas las edades, algo que choca viendo a los padres seguir las evoluciones de unos muñecos que responden a diferentes situaciones a las que se enfrentan educadores, padres y niños.

Instrumentos

Y es que -aclaraba a este periódico- no se trata sólo de transmitirle a los padres que no están solos. Se trata de darle esos instrumentos, a modo de personajes muy definidos, para trasmitirles esa sensación a los hijos. O sea, hace el trabajo por partida doble porque pesca y enseña a pescar.

Juana Luisa no transmite sólo los conocimientos adquiridos en su vida profesional. También transmite sus vivencias, sus propias emociones, sus miedos y sus esperanzas que ya ha conseguido escribir en el libro con el que enseña.

Y es optimista. Superlativamente optimisma. “Los padres necesitan que se reconozcan que lo que están haciendo es una labor de personas muy valientes; que son el padre y la madre mejor que tiene su hijo o su hija y que el vivir cotidiano puede generar un desgaste en familias con hijos con necesidades específicas porque se vive en un  estrés continuo”.

Por eso lo que pretende con este tipo de talleres es poner en sus manos unos recursos mínimos para que su salud no se resienta y que su calidad de vida aumente aplicando pequeñas y sencillas técnicas que les permitan mirar su realidad desde otra perspectiva.

Sobre todo desde una perspectiva que les proporcione seguir dando a sus hijos lo que estos necesitan: padres fuertes. Porque la salud del niño va a depender de la fortaleza de quien lo cuida. Y ahí se llega al mismo sitio de siempre. ¿Quién cuida a los cuidadores?

Juana Luisa es una de las que lo hacen. Con palabras sencillas. Con instrumentos sencillos. Pero eficaces. 

 

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