La llegada masiva de inmigrantes este fin de semana a las costas de Cádiz desborda de trabajo las comisarías de la provincia a las que todos ellos deben ser conducidos para cumplimentar los trámites, según fuentes policiales.
Hoy a mediodía, de los más de 500 inmigrantes quedaban acogidos en pabellones de Jerez, Cádiz y Tarifa, habilitados como albergues temporales, unos 288 inmigrantes. Así, unos 120 inmigrantes permanecían en el polideportivo de La Marina de Tarifa, unos 140 en el polideportivo Kiko Narváez de Jerez de la Frontera, y 28 en el Centro Náutico Elcano de Cádiz, todas ellas instalaciones municipales facilitadas por los ayuntamientos para atender esta situación excepcional.
En estos centros los inmigrantes esperan a ser conducidos a las dependencias de la Policía Nacional para iniciar los expedientes por infracción administrativa de la Ley Orgánica sobre Derechos y Libertades de los ciudadanos extranjeros.
Ante la avalancha de inmigrantes, y ante la imposibilidad de trasladarlos únicamente en coches patrulla, la Policía Nacional ha requerido el apoyo de la Guardia Civil, que ayuda a realizar estos traslados en los autobuses que habitualmente utiliza para trasladar presos o detenidos.
Las comisarías de Cádiz en las que se pueden realizar estos trámites están “desbordadas” de inmigrantes, según varias fuentes policiales.
La situación ha requerido una redistribución de los agentes de la provincia para atender estos trámites, que precisan agentes de Policía Científica y de Extranjería para elaborar los expedientes y de Seguridad Ciudadana para atender la protección de los traslados, entre otros asuntos.
Los inmigrantes pueden pasar en estas dependencias un plazo máximo de 72 horas, hasta que un juez decrete en su caso su repatriación, su expulsión o la situación en la que quedan, salvo en el caso de los menores o de las madres con hijos que pasan a centros de acogida.
Como los centros de internamiento de extranjeros (CIE) están saturados, la Policía, para no dejarles en la calle con la orden de expulsión, los devuelve a los centros gestionado por ONG o a los albergues improvisados en pabellones.
En estos albergues, atendidos por servicios municipales, organizaciones como Cruz Roja facilita un billete de autobús o tren a los inmigrantes que tienen familiares o compatriotas que les puedan ayuda en otros puntos de España.
Un viaje que hacen, la mayor parte de ellos, con la orden de expulsión del país y contactos con otras ONG de asistencia y apoyo a inmigrantes.
Sindicatos
“No damos abasto”, señaló una portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Cádiz, que se queja de que no se hayan enviado refuerzos a la provincia para atender la situación.
En esa misma línea, la Confederación Española de Policías (CEP) mostró su “perplejidad y confusión” ante el “enorme despliegue” realizado en el puerto de Valencia ante la llegada de aproximadamente 600 inmigrantes que viajaban en el buque Aquarius y el “agravio comparativo” que supne respecto a la provincia de Cádiz.
Por su parte, CGT denunció la “pasividad” de la dirección de Salvamento Marítimo y pide un plan para reforzar las tripulaciones.
Refugiados
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha pedido al Gobierno, que al igual que a los 630 inmigrantes del Aquarius se les garantizó el acceso al asilo -que todos ellos han pedido-, debe hacerse con cualquier persona que llegue a las costas españolas, como a los 1.290 rescatados este fin de semana en Andalucía, en lugar de devolverlos a sus países.
Concentración
El Ayuntamiento de Tarifa convocó esta mañana una concentración para guardar un minuto de silencio en recuerdo de los cuatro inmigrantes que el viernes perdieron la vida al naufragar su patera cuando cruzaban el Estrecho de Gibraltar con rumbo a la costa tarifeña.
