El ex vicepresidente congoleño Jean-Pierre Bemba, absuelto de crímenes de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional (CPI), llegó en la República Democrática del Congo (RDC), donde quiere aspirar a la Presidencia en las elecciones previstas para diciembre, tras haber pasado una década detenido.
El avión aterrizó a las 09.30 hora local (08.30 GMT) en el aeropuerto internacional de Ndjili, en Kinshasa, donde le recibieron decenas de militantes de su partido, el opositor Movimiento de Liberación del Congo (MLC), y un gran despliegue policial, según pudo constatar Efe.
Bemba fue elegido el pasado 13 de julio en un congreso del MLC en Kinshasa como candidato para las elecciones del 23 de diciembre, y anunció la semana pasada que volvería a su país con "los ojos puestos en el futuro" y no en el pasado.
Se espera que Bemba se desplace por una de las grandes arterias de la capital, donde ya le aguarda un contingente de policías armados, hasta la catedral de Notre Dame de Lingwala, en la que se celebrará una misa en su honor.
Este fuerte dispositivo policial ha causado preocupación a la población, que teme que pueda haber algún tipo de problema.
La CPI condenó a Bemba a 18 años de cárcel en 2016 al considerar que "estaba al mando" del MLC cuando éste cruzó la frontera en 2002 para apoyar al entonces presidente centroafricano, Ange-Félix Patassé, que había sufrido una intentona golpista.
En el transcurso de esa operación, miembros del MLC cometieron numerosos delitos contra la población local, como violaciones, asesinatos y saqueos de casas.
Sin embargo, una Sala de Apelaciones de la CPI concluyó el pasado 8 de junio, en una decisión inesperada, que la Sala de Primera Instancia había cometido "numerosos errores" cuando determinó que el acusado no había tomado medidas suficientes para prevenir o castigar los crímenes de sus subordinados.
El político fue uno de los cuatro vicepresidentes del Gobierno de transición que rigió en la RDC de julio de 2003 a diciembre de 2006.
En las elecciones presidenciales de 2006, Bemba salió derrotado ante el actual jefe del Estado, Joseph Kabila, si bien calificó de fraude el resultado.
Tras sufrir dos intentos de asesinato, huyó de su país en 2007 y en 2008 fue detenido cerca de Bruselas y puesto a disposición del Tribunal de La Haya.
