El barco de Proactiva Open Arms que el pasado jueves rescató a 87 personas en aguas del Mediterráneo tras estar dos noches a la deriva y más de 50 horas hacinados en un bote sigue sin puerto de destino.
Según publica este sábado la organización en su cuenta oficial de Twitter, las temperaturas en cubierta están siendo "extremas", aunque el miedo de los ocupantes a ser devueltos de nuevo a Libia se está "calmando".
En el tercer día a bordo del Open Arms, los rescatados están trasladando a la ONG sus "terribles" historias, ya que muchos proceden de Darfur, territorio que califican de "infierno", además de haber sido abusados "repetidamente" en Libia.
El fundador de la ONG, Óscar Camps, ya denunció en la misma red social esta situación: "Podríamos habernos quedado en casa pero estas 87 vidas se habrían hundido sin sentido. Nadie muere para la UE, solo desaparecen y nadie paga por ello".
En otro mensaje posterior, se dirigió al comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, que precisamente ayer se reunió con miembros del Gobierno español para abordar la situación migratoria. "En vez de 2 días a la deriva, los dejamos 3 así se ahogan todos. Nosotros nos ahorramos unos pocos miles de euros en gasoil, seguramente la misma cantidad que usted se gastará en tres viajes en primera clase y ellos desaparecen sin testigos", afirmó.
