Un grupo de jerezanos amantes del Camino de Santiago ha dado ya los primeros pasos para constituir una asociación jacobea que trabaje en la divulgación de la ruta de la Vía Augusta, que arranca en Cádiz y culmina en la provincia de Sevilla, antes de conectar con la Ruta de la Plata.
De este modo se pretende aprovechar el auge que ha experimentado este camino en los últimos años y dotar a la ciudad de los elementos propios de cualquier lugar jacobeo.
Aunque se encuentra en plena fase de constitución, el colectivo tiene claro que entre sus primeros objetivos está el de determinar la ruta que los peregrinos deben seguir a su paso por Jerez, ya que hasta ahora no se encuentra muy definido.
Además, y aprovechando la localización geográfica de la ciudad -a medio camino entre Cádiz y Sevilla- se pretende habilitar un albergue específico para esos peregrinos. “Aunque la gente no se da cuenta, cada vez es más frecuente que encontremos a personas que caminan solas portando mochilas por Jerez y sus alrededores y de hecho tenemos referencia de que muchos de esos peregrinos pernoctan en hosteles y hoteles convencionales”, explica Carlos Perdigones, que es uno de los promotores de esta asociación.
Este camino, que sigue la antigua Vía Augusta, parte de Cádiz para dirigirse posteriormente hacia San Fernando, Puerto Real y El Puerto de Santa María. Los peregrinos llegan a Jerez por la zona de Las Beatillas y el campo de golf de Guadabajaque para seguir hacia Cuatro Caminos, Calzada del Arroyo y llegar a la Catedral.
A partir de ahí suelen continuar por Aire, Manuel María González, Monti, Armas, plaza del Arenal, Consistorio, plaza de la Yerba, Plateros, Francos, San Juan, Oliva y Santiago. La salida hacia El Cuervo se suele hacer por Ancha, Ponce, Guadalete, Sevilla y avenida Álvaro Domecq.
La idea de esta asociación es que se determine y señalice la ruta que debe seguir el peregrino a su paso por la ciudad y que al mismo tiempo se le ofrezca la posibilidad de pernoctar en un albergue, que algunos sitúan en el entorno de la iglesia de Santiago. Los promotores de la iniciativa entienden que su impacto económico para la ciudad podría ser “bestial”. La asociación quiere trasladar este proyecto al Consistorio con el objetivo de que lo respalde dado su indudable interés económico y social.