Huelva

Primera boda carnavalera en Huelva

El alcalde, Gabriel Cruz, oficiará este original enlace, el próximo viernes y en el Gran Teatro, templo del Concurso Colombino

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  • Primera boda carnavalera. -

“Esta sería la forma de irme de aquí, y enorgullecerme, morirme tal y como siempre viví, si fuera mi suerte...” Este fragmento lo escribía el autor carnavalero Diego Ortiz en uno de sus pasodobles más relevantes de su historia chirigotera, que se ha convertido en buque insignia de su actual peña, así como el de la veterana Colombina, en la que militaba en aquellas fechas. Fiel a esos principios, y siguiendo el ritual que se ha marcado en esa vida ligada a la fiesta de la alegría, decide casarse este viernres en el Gran Teatro de Huelva, en un acto multitudinario y repleto de guiños y momentos de exaltación del carnaval, en el que expresará su sentido de pertenencia a una trayectoria vivida en las tablas del Gran Teatro.

Virginia Giraldo, su futura esposa, será la afortunada en recibir y dar el “sí, quiero” delante de un público que deberá acudir a la cita disfrazado, como así está marcado en las invitaciones, como imposición ineludible.

Dicha boda va más allá de un simple enlace matrimonial y recogerá en dicha ceremonia un esbozo de todo lo representativo de esta fiesta onubense, mediante las dos horas, aproximadamente, que durará el acto, en el que quedará fielmente representadas la fiesta de febrero a través de la impertinente y descarada visión de un autor que se ha ganado a pulso el respeto y la simpatía de todos los carnavaleros.

Este evento promete ser uno de los más importantes de este año y dará una visión muy particular de esta fiesta, ligada a las vidas de estos novios, que han logrado convertir el carnaval en un estilo de vida. Para tal fin, cuentan con un maestro de ceremonias excepcional, el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, que mantiene una relación muy personal con la fiesta a nivel general y, por ende, con este chirigotero en particular, al que tendrá el placer de casar como mandan los cánones carnavalescos y dentro de un ritual al que Diego Ortiz y Virginia han puesto mucho cariño, configurado hasta el más mínimo detalle.

Con ese estilo canalla de niño travieso y rebelde, en esa mezcla cuartetera y chirigotera a la que ya nos tiene acostumbrado, Ortiz se lanza en esta primera boda carnavalera -que yo recuerde y tenga noticias- en el más estricto sentido de la palabra, en la que no faltarán las coplas típicas de la fiesta como parte del ritual al que ya estamos acostumbrados, y será en ese marco incomparable en el que sus amigos, compañeros, allegados e incluso conocidos del mes de febrero estarán presentes para acompañar a los novios y disfrutar de un momento tan representativo que, seguramente, marcará una tendencia que esperamos continúe en el tiempo.

Con este enlace se espera llenar las butacas del templo de las coplas y habrá amigos que lleguen desde Canarias, Cádiz, Córdoba o Barcelona, entre otras, convirtiéndose en un espléndido escaparate para mostrar nuestra fiesta. Durante el acto, las sorpresas están aseguradas, y aunque no podemos revelar más que la historia en sí, lo que comenzó como una pedida de mano en el escenario del Gran Teatro Falla, en Cádiz, concluirá en nuestro coliseo carnavalero con un enlace que marcará la historia del Carnaval de Huelva.

Cabe destacar, que la llegada de los novios será un breve pasacalles que concluirá en el Gran Teatro a las 17.30 horas, momento en el que comience la boda.

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