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Obama continúa su presión por la reforma sanitaria

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió ayer con su Gabinete para tratar sobre la reforma de salud y proseguir así sus intentos por retomar la iniciativa en ese proyecto, tras su discurso a las dos cámaras del Congreso, según la agencia Efe.

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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió ayer con su Gabinete para tratar sobre la reforma de salud y proseguir así sus intentos por retomar la iniciativa en ese proyecto, tras su discurso a las dos cámaras del Congreso, según la agencia Efe.

“Sigo abierto a todo tipo de sugerencias y de ideas. Pero lo que no podemos hacer es seguir como estamos y aceptar la situación actual”, afirmó Obama a la prensa al concluir el encuentro.

Dentro de sus esfuerzos por retomar la iniciativa, el presidente mantuvo también ayer una reunión con un centenar de enfermeras de todo el país en la Casa Blanca, en la que abundó en los mismos temas que había presentado en su discurso en el Capitolio.

“No voy a permitir que se posponga la reforma”, aseguró el mandatario, que aludió a las cifras que publicó ayer el Censo del país y que apuntan a un aumento del número de personas sin cobertura médica en los últimos doce meses, de 45,7 millones a 46,3.

Según Obama, “rompe el corazón, y está mal, nadie debería verse tratado así en Estados Unidos. ¡Nadie!”.
“No necesitamos más distracciones. Hemos hablado de este asunto hasta la saciedad. Ya ha llegado el momento de actuar”, afirmó el presidente, que también tiene previsto desplazarse a Minesota el sábado para celebrar una reunión con votantes sobre esta propuesta.

Obama busca retomar la iniciativa sobre la reforma sanitaria, su gran prioridad legislativa, después de que la oposición republicana aprovechara el receso de agosto en el Congreso para inundar de críticas las propuestas demócratas.

Esas críticas parecen haber restado apoyo entre el público a la medida, y las últimas encuestas indicaban que un 52% estaba en desacuerdo.

Ese desencanto amenazaba con extenderse a la propia popularidad presidencial.

En su discurso de la noche anterior, el mandatario expuso cómo concibe la reforma, que según él mejorará la cobertura de quienes ya cuentan con seguro médico privado, permitirá crear una Bolsa en la que las aseguradoras competirán con pólizas de calidad y asequibles y los gastos sanitarios quedarán controlados.

Una encuesta instantánea de la cadena CNN indicó que entre quienes vieron el discurso por televisión, la mayoría, un 70%, se declararon satisfechos con su contenido.

La cadena precisó que entre los encuestados la proporción demócrata era mayor que entre la población general.

Actualmente el Congreso maneja hasta cinco proyectos de ley distintos sobre la reforma, que Obama insistió en que saldrá adelante antes de que finalice el año.

Según explicó en su discurso de la noche anterior, la reforma tendrá un coste de 900.000 millones de dólares en diez años.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró partidario de una de las propuestas más polémicas, la creación de una opción pública que compita con los seguros privados.


Los republicanos no están convencidos



La oposición republicana continúa sin mostrarse convencida.

Incluso durante el discurso, un congresista de Carolina del Sur, Joe Wilson, lanzó un grito de “¡Miente!” cuando Obama aseguraba que la reforma no se aplicaría a los inmigrantes ilegales.

Otros republicanos han sido críticos contra las propuestas del presidente.

El senador John McCain, rival republicano de Obama en las elecciones del año pasado y una de cuyas propuestas el presidente alabó públicamente en su discurso, reconoció que es necesario tomar medidas para reformar el sistema sanitario actual, que deja sin cobertura al 15,6% de la población.


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