Zapatero y Sarkozy se reunieron durante hora y media en el Palacio del Elíseo en París y ambos comparecieron brevemente ante los medios de comunicación para mostrar su total sintonía ante la próxima cumbre del G-20 y sobre las prioridades de la Presidencia española de la UE, que se desarrollará en el primer semestre de 2010.
Pero el presidente del Gobierno español no dejó pasar la ocasión de destacar la “perfecta” colaboración francesa en la lucha antiterrorista y reiteró su “más profundo agradecimiento” al Ejecutivo galo.
Ningún comentario sobre la huida de la etarra Maite Aranalde, extraditada por Francia a finales de agosto.
Las autoridades francesas “perdieron” la documentación relativa a la presunta participación de Aranalde en la colocación de varias bombas en Madrid en 2004 y la entregaron sólo por un delito de tenencia de explosivos, lo que llevó al juez a dejarla en libertad bajo fianza, cuando en el otro caso podría haber sido encarcelada.
Zapatero destacó la “buena sintonía” entre España y Francia ante los grandes temas de la agenda internacional, ante la crisis económica y en la lucha contra el cambio climático. El objetivo común es, según explicó, contar con una Europa “cada vez más unida”.