Los comerciantes del centro de la ciudad muestran desde hace tiempo su preocupación por los robos que están sufriendo desde hace tiempo ya sea con los locales abiertos al público o cuando están cerrados. Es por lo piden más presencia policial en zonas como la Calle Barrameda, Santo Domingo y Ancha, motores económicos que crean un elevado número de puestos de trabajo. Los propietarios de las tiendas resaltan que muchas de las sustracciones quedan reflejadas en artículos como ropa y comida. Llevan tiempo tratanto este asunto en una calle muy transitada al cabo del día. Aseguran que este problema viene de lejos. La Asociación de Comerciantes de la Calle Barrameda comunica que está siempre en alerta y que cuando se detecta a algún sospechoso corren la voz para que los propietarios de las tiendas lo tengan en cuenta y extremen las precauciones. La línea que une a la Calle Barrameda, con Santo Domingo y Calle Ancha cuenta con un numerosos comercios, apetitosos para cualquier delincuente.
El propietario de Confecciones Maru, Miguel Quintero, manifestó que “claro que existe miedo entre los comerciantes. Hay personas que pasean y observan los interiores de los establecimientos para saber como pueden actuar. Se han llegado a utilizar las arquetas de las alcantarillas para romper los escapates”.
Juan Manuel González, el dueño de la Frutería El Corona, resaltó que “me han forzado la cerradura de mi comercio en varias ocasiones y estos destrozos me han costado un dinero. Lo curioso es que vivo resido arriba de la frutería y no me he enterado de nada”.
La Calle Santo Domingo también es muy llamativa para el amigo de lo ajeno. Uno de los comercios que lo ha padecido es Señor Zapatones. Su empleada adelantó que llegaron a llevarse un maniquí que lucía un pijama de niño con una bata, zapatillas sueltas, relojes y maletines de viaje. Hay que extremar la precaución cuando los productos se exponen en la calle porque si no están fuera del local es más difícil venderlos.
La Calle Ancha es la más céntrica de Sanlúcar y cada día recibe la visita de muchas personas. Mercedes Tardío, dependienta de la Casa del Bordado tiene claro que “hace falta más vigilancia policial. Por la mañana se ve alguna pareja pero por la noche las calles están más vacías y todo es más peligroso. Nos sentimos desprotegidos”.
Hace constar que “los comercios nos comunicamos si vemos a algún sospechoso. Todo está más controlado de día porque de noche es distinto. Cuando los robos son pequeños no merece la pena ni denunciar porque es perder el tiempo y más dinero”.
Otra de las empleadas de Clarel comunicó que este comercio ha sufrido muchas sustracciones.
Una comerciante de la Calle Ancha da a conocer que dos mujeres carteristas siempre actúan todos los miércoles en esta céntrica zona de Sanlúcar teniendo como punto de mira a personas mayores y a turistas. Acceden a muchas tiendas con la clara intención de robar.
Los comerciantes del centro de la ciudad confían en que se pueda encontrar una solución que afecta a muchas familias. El Ayuntamiento de Sanlúcar ya tiene constancia de esta situación. Seguirán en alerta y esperan que con la colaboración de la ciudadanía se pueda acabar con este problema.