Parece que todo apunta a que El secreto de sus ojos se alce con la Concha de Oro a la mejor película o que su director, Juan José Campanella, se lleve la Concha de Plata; aunque, en principio, es poco probable que consiga las dos, porque está bastante claro que su protagonista, Ricardo Darín, obtendrá el premio al mejor actor, y ninguna película puede llevarse más de dos trofeos, según el reglamento del festival.
Entre las actrices, las españolas Lola Dueñas, por el papel de una mujer solitaria que busca el amor y conoce a un joven con síndrome de Down en Yo, también, de Álvaro Pastor y Antonio Naharro, y Carmen Machi, por el de una mujer insatisfecha que decide acabar con la monotonía de su vida en La mujer sin piano, de Javier Rebollo, parten como favoritas en todas las quinielas.
De todas formas, todavía están estos días paseando por Donosti alguna de las actrices que componen el reparto coral de Blessed, un filme australiano, dirigido por Ana Kokkinos, sobre los conflictos generacionales entre hijos y madres desarraigados socialmente, algunas de las cuales, como Frances O’Connor o Miranda Otto, podrían arrebatar la Concha a las españolas.
No hay que olvidar que el presidente del jurado, el cineasta Laurent Cantet, es francés y podría utilizar sus influencias a favor de filmes galos como Hadewijch, de Bruno Dumont, que aunque aquí no ha gustado ha sido muy bien acogido en Francia, o Le refuge, de François Ozon.
Tampoco hay que descartar que el Festival de San Sebastián decida entregar su Concha de Oro o de Plata al mejor director al iraní Mohammad Rasoulof y su filme The white meadows.
