Con el sol acariciándole la cara salió poco después de las 20 horas a las calles de la collación de su basílica carmelitana la Virgen del Carmen Coronada precedida de un numeroso cortejo de damas y caballeros del Carmen, de representaciones, de devotos y devotas con su escapulario al cuello que la escoltaban en su retorno al recorrido tradicional por Carmen, Sedería y Tornería para adentrarse en Larga y buscar el Consistorio para llegar a Plaza de la Asunción y buscar de nuevo el resguardo en su casa a los sones de la sevillana Banda del Maestro Tejera.
Mucha gente en la calle, muestra del fervor que despierta la Señora que vestía su manto bordado en oro fino sobre tisú de plata, portando la medalla de Oro de Jerez que se le concedió a la Orden hace ya treinta y un años, y luciendo la mantilla de encaje de gallarusa que hacía años que no procesionaba, llevando el Niño Jesús el vestido que bordasen los carmelitas de la residencia de Granada.
Un paso perfecto en sus formas y en sus maneras florales, un cortejo muy completo, un acompañamiento musical de lujo y unas calles llenas de gente pusieron el culmen a una jornada especial en honor de la Patrona de los Marineros que goza de especial fervor no solo en la costa sino también tierra adentro como se demuestra un año y otro, y se volvió a demostrar ayer, en Jerez.
Una gran jornada la que se vivió con las Eucaristías que se celebraron a las 9:00, las 10:00 y las 11:00, así como a las 12:30 con la Santa Misa con la Coral Polifónica del Carmelo.