Esta carretera, de aproximadamente dos kilómetros de longitud y que discurrirá por detrás del cementerio hasta entroncar con la calle Cartagena, “será muy transitada, con lo cual, y como nuevo acceso a la ciudad, es nuestra intención conseguir y arbitrar medidas para que el entorno de esos dos kilómetros ofrezca la mejor imagen posible. Es sin duda el escaparate de entrada a la ciudad y eso hay que cuidarlo también”.
La intención municipal es, según explicó, intervenir para que en estos terrenos aledaños a la futura carretera puedan acoger viviendas protegidas o una zona industrial limpia, “de tal manera que esos interesantes terrenos, por su ubicación y porque serán muy transitados, tengan ese atractivo añadido para ambos conceptos. Esta va a ser nuestra línea de trabajo y en tal sentido mantendré próximamente contactos con los propietarios de estos terrenos. Es una oportunidad que hay que aprovechar tanto por el beneficio en la imagen como por el mejor planteamiento posible que hay que conseguir para una zona expansiva de la ciudad”.
Aguilera asegura que es “todo un reto” poder sentar las bases para el aprovechamiento de este suelo y pide comprensión a los propietarios del mismo.