Jerez

Calendario de movilizaciones de los trabajadores de NGS

Los empleados se plantean ubicar un campamento frente a la planta o iniciar huelgas de hambre

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Los trabajadores de la planta de Nueva Generadora del Sur (NGS) han iniciado hoy martes una serie de protestas por el despido de 9 compañeros y la sanción de 34 más con hasta dos meses de empleo y sueldo, efectivos desde el pasado 9 de octubre.

Estas movilizaciones se concretarán desde mañana miércoles con concentraciones diarias a las puertas del centro de trabajo. Una medida que “se irá endureciendo” si “la empresa no recapacita en su decisión”. Así, los trabajadores prevén incluso la instalación de un campamento a las puertas de la factoría o el inicio de una huelga de hambre.

El secretario provincial de UGT, Pedro Custodio, exigió la “inmediata readmisión” de los despedidos así como que se retome la negociación sobre el nuevo convenio colectivo, “que se prolonga ya desde hace dos años. Los trabajadores no actuaron bien con la huelga pero este periodo se ha prolongado demasiado”.

Para Custodio, los trabajadores “están dispuestos a llevar sus acciones hasta las últimas consecuencias poniendo su salud en manos de esta empresa. Aquí no nos jugamos sólo los despidos o los expedientados sino la credibilidad de todos los trabajadores del Campo de Gibraltar y de Cádiz. Las empresas no pueden hacer ya lo que les dé la gana. Ese tiempo ya ha pasado porque no se lo vamos a consentir”.

El secretario provincial mostró su temor porque “detrás de tanto impedimento a la hora de negociar un convenio haya otras oscuras intenciones y pudiera haber operaciones encubiertas de compraventa, aunque aún no tenemos pruebas de ello”.

Respaldo
Paralelamente, el secretario provincial de FIA-UGT, Gustavo Vargas, mostró su “apoyo y solidaridad con los compañeros” afectados ya que, a su juicio, estas medidas suponen “un atropello a la libertad sindical”. En concreto se hizo referencia a que, de los nueve empleados apartados de su puesto, “cinco pertenecían al comité de empresa”.

Por ello la central sindical rechaza estos “despidos disciplinarios”. Con todo, Vargas indicó que “no compartimos medidas de presión fuera de la ley” por parte de los trabajadores, en relación a la huelga protagonizada el pasado mes de septiembre.

Vargas subrayó que “llevamos más de dos años intentando negociar un convenio. Si alguien merece un despido disciplinario es el jefe de planta, responsable de todo lo que ha acontecido. Más de una vez se ha llegado a un preacuerdo, que luego ha sido manipulado por el jefe de planta, lo que ocasionó que los trabajadores abandonaran su puesto de trabajo”. Para el sindicato, el jefe de planta “es el instigador de la huelga”.

Aún así, desde UGT se avanzaron concentraciones diarias a las puertas del centro de trabajo a la entrada o en el cambio de turnos, la posibilidad de instalar un campamento o de iniciar una huelga de hambre. El sindicato también expuso su intención de dirigirse a la Asociación de Grandes Industrias (AGI) “ya que una empresa asociada no puede tratar así a sus trabajadores, causándoles esos daños mediante tropelías”.

El secretario comarcal de UGT, Ángel Serrano, hizo hincapié en que NGS “se ha aprovechado de la ignorancia de los compañeros en estos asuntos laborales debido a su edad”. A este respecto cabe incidir en que la media de edad de los trabajadores de NGS está actualmente en 28 años, si bien muchos de ellos comenzaron a trabajar con 21.

Serrano también criticó el hecho de que “la empresa está en una buena situación económica. En 2007 obtuvo 72 millones de beneficios por los 38 millones de 2008. En esta negociación se ha dado mala fe por parte de la empresa, que ha realizado una jugada perversa. La reacción de los trabajadores no surge por generación espontánea”.

En esta línea desde UGT se mantiene que “es inconcebible que se creen empresas a 100 metros con mejores condiciones que los que llevan siete años. La empresa quiere apretar en este convenio y no revisarlo.

Finalmente, el presidente del comité de empresa, Javier Piñero, trasladó la “frustración de los trabajadores” a la par que recordó cómo las negociaciones del nuevo convenio colectivo “se han ido envenenando”. Según Piñero, las peticiones de los empleados en el nuevo acuerdo se reducen “a igualarnos con el resto del sector, nada más, ya que hay agravios comparativos con otras térmicas. Ha habido una negociación manipulada y queremos que la gente reflexione sobre cómo se ha podido llegar a la situación en la que estamos”.

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