Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

Contramano: El acento social

El proyecto de Presupuestos destina más de 180 millones a gastos sociales.Los grandes problemas de Sevilla son la exclusión social, el paro y la vivienda

Publicado: 03/11/2019 ·
23:52
· Actualizado: 03/11/2019 · 23:52
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Un sin techo en Sevilla. -

Espadas se ha garantizado el apoyo del grupo político Adelante Sevilla al proyecto de Presupuestos de la ciudad para el año 2020, que deberán sustituir a los actualmente prorrogados de 2018 y que con la suma de Ayuntamiento, empresas municipales y organismos autónomos ascienden a 1.029,6 millones de euros (un 6,5% más).


Aunque el alcalde ha declarado que también está abierto a negociar con el resto de grupos del Consistorio sevillano y que si sus propuestas son positivas para la ciudad éstas se incorporarán a lo que todavía no es más que un proyecto y no las Cuentas definitivas, tanto el PP como Ciudadanos, en vez de coger la mano tendida de Espadas se han apresurado a descalificar su acuerdo con Adelante y a excluirse a sí mismos de cualquier posible pacto.


Para el portavoz del PP, Beltrán Pérez, la entente entre PSOE y Adelante, que él se empecina en calificar de oculta cuando el proyecto presupuestario se ha divulgado con pelos y señales, es “un giro a la extrema izquierda que causará un daño irreparable a la ciudad”. Sin aportar cifras que demuestren sus argumentos, Beltrán Pérez afirma que irá en contra de los empresarios, de la colaboración público-privada, de los comerciantes, los inversores y los ciudadanos, todos los cuales, según sus palabras, “temen el incremento de los impuestos”.


Al parecer, el portavoz del PP no se ha enterado de lo dicho por Espadas sobre que los Presupuestos se han redactado en un marco de congelación de las ordenanzas fiscales, los tributos e impuestos: “No habrá modificación de los textos de las ordenanzas -ha asegurado el alcalde-, salvo algún ajuste menor que se pueda realizar en alguna tasa y que aún está en revisión”.


El PP podría hacer sus aportaciones a esa revisión conforme a la invitación de Espadas para que todos los grupos contribuyan a mejorar los Presupuestos, pero a los populares les resulta más fácil instalarse en el discurso de que las Cuentas van a sustentarse en un aumento de los impuestos, diga lo que diga el alcalde sobre la congelación de la presión fiscal.

 

Catastrofismo


En línea con el PP, el portavoz de Ciudadanos, Álvaro Pimentel, también se expresa en tono catastrofista cuando asevera que “cada vez es más evidente que el acuerdo entre Espadas y la extrema izquierda supondrá un frenazo brusco en el desarrollo económico y social de Sevilla”.


Que se sepa, tras el anuncio del acuerdo entre el PSOE y Adelante Sevilla no ha trascendido que algún inversor haya renunciado a materializar su proyecto de negocio en la ciudad.


La vida sigue fluyendo día tras día con la misma normalidad que antes y no hay mes en que la Gerencia de Urbanismo no conceda licencia para nuevos hoteles, instalaciones en el puerto o en polígonos industriales o cualquier otro tipo de negocio en el término municipal. La realidad cotidiana, pues, deja en evidencia el discurso catastrofista de los partidos de centro-derecha, que al excluirse a sí mismos del proceso negociador al que les invita Espadas lograrán que se cumpla aquello mismo de lo que se quejan, que los Presupuestos sean sólo del PSOE y de la confluencia de izquierdas.


Para Pimentel Espadas está ahora más cómodo “en las políticas populistas de Adelante Sevilla que en la búsqueda centrada de soluciones para los problemas reales de los sevillanos”. Bien, ¿y cuáles son los problemas reales de los sevillanos, que es tanto como decir de Sevilla?


Casi coincidiendo con la divulgación del proyecto presupuestario Cáritas ofreció la estadística de las personas sin hogar en Sevilla y su provincia, que pasan la noche al raso por carecer de una vivienda en la que cobijarse: son 523. Según el presidente de la entidad y ex concejal del Ayuntamiento, Mariano Pérez de Ayala, la supuesta salida de la crisis económica no se ha notado en la reducción de su número ni en las ayudas de otras Administraciones Públicas. Desde el año 2014, el presupuesto de la Junta de Andalucía para paliar este problema humano ha disminuido en un 40% coincidiendo con el aumento del número de personas atendidas por Cáritas, que acaba supliendo la labor que deberían desarrollar las instituciones oficiales.

 

Desfavorecidos


En esos días también se conocieron las primeras conclusiones del Plan Local de Intervención en Zonas Desfavorecidas de Sevilla. Las calificadas como tales son el Polígono Sur, Torreblanca, La Plata-Padre Pío-Palmete, Tres Barrios-Amate, Polígono Norte-El Vacie y El Cerezo. Como es de sobra conocido por todos y para vergüenza colectiva, en estas zonas están los barrios más pobres de España, según los indicadores que maneja el Instituto Nacional de Estadística.


En este conjunto de Zonas Desfavorecidas que albergan esos barrios líderes en pobreza viven 105.000 sevillanos, los cuales suponen el 15% del total o casi uno de cada siete. Y a la espera de que el Ministerio de Trabajo publique la estadística oficial correspondiente al mes de octubre, a ello hay que añadir los 67.412 sevillanos en paro y los más de 10.000 inscritos en el Registro de Demandantes de una vivienda, entre otros indicadores que reflejan cuáles son esos problemas reales de la ciudad a los que aludía de forma genérica Pimentel, mientras que si nos atenemos al discurso de los políticos y de los empresarios parece que son la ampliación del tranvía y de las líneas de Metro, la conexión ferroviaria entre la estación de Santa Justa y el aeropuerto de San Pablo y si la ronda de circunvalación SE-40 salvará el río Guadalquivir mediante un túnel o un puente.

 

Obras y personas


Y sí, es cierto que Sevilla sufre un déficit de infraestructuras, pero más grave que ése es su problema de tener más de una sexta parte de sus habitantes en riesgo de exclusión social, con todo lo que ello supone. Las personas son más importantes que las infraestructuras, pero mientras el discurso político y económico se centra en las obras pendientes nos olvidamos de esos 104.000 sevillanos que no constituyen la prioridad política pero que deberían serlo.


Por tanto, la clave no radica en si el proyecto de Presupuestos lo firma la izquierda, el centro o la derecha, sino en si trata de dar soluciones al problema de exclusión, paro y falta de viviendas de la ciudad, so pena de que incurramos en la fábula del dedo y la luna.


Y en el documento de las Cuentas para 2020 vemos que se destinan a gastos sociales 180,6 millones de euros (26 millones más que ahora, merced a una subida del 14%); que la Dirección de Acción Social va a disponer de la partida más alta de la historia, con 76,6 millones de euros; que a políticas de empleo se van a destinar 14,9 millones (un 8,7% más) y que se van a iniciar un total de 552 viviendas de alquiler gracias a los 42,5 millones de euros con que contará Emvisesa.


Acción social, empleo y vivienda son los tres capítulos que deben servir para medir si estos Presupuestos tratan de dar respuesta o no a los grandes problemas de Sevilla. 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN