Imagínese por un momento una ciudad de Cádiz en la que solo se pudiera acceder por el Puente Carranza y el Puente de la Constitución, ya que la carretera que lo une con San Fernando está oculta bajo el mar.
Ahora, añada a su pensamiento que el Barrio de Puntuales y la Barriada de la Paz no existen, todo es mar, y que el Puerto de Cádiz y la Punta San Felipe tampoco.
Aunque pueda parecer todo un poco macabro, esa puede ser la realidad de Cádiz en el año 2.100.
Los últimos estudios en relación al cambio climático no son para nada optimistas, y las ciudades con litoral, Cádiz entre ellas, serían las más afectadas sin dudarlo.
El aumento del nivel del mar y el deshielo, la aparición de fenómenos meteorológicos extremos como grandes sequías y lluvias torrenciales y la desaparición de algunas especies de plantas y animales, son muchos de las posibles consecuencias del calentamiento global, y que por supuesto, afectarían a Cádiz y a sus ciudadanos.
Según un estudio en la revista Nature Communications y llevado a cabo por Climate Central, las costas gaditanas estarían dentro de las zonas más afectadas por las inundaciones en el año 2.050.
Por ello, la Diputación de Cádiz, a través de la Agencia Provincial de la Energía, ha elaborado un proyecto con varias medidas para combatir el cambio climático.
El documento (Programa para la gestión costera de la provincia de Cádiz) habla de que “las consecuencias del cambio climático serán evidentes en los pueblos y ciudades litorales de la provincia de Cádiz poniendo en riesgo el entorno natural y sus recursos, pero también sectores como el turismo, la agricultura, las infraestructuras, disponibilidad de agua e incluso la salud humana”.
Cádiz es una región que basa gran parte de su economía en el turismo, pero si la provincia deja de ser un lugar atractivo para los turistas, debido a que muchas playas podrían desaparecer, el bolsillo de los gaditanos puede resentirse de manera clara; además el ingreso económico derivado de la actividad portuaria, defensa militar y la construcción de barcos (Cádiz, Puerto Real y San Fernando cuentan con Astilleros) podría disminuir.
El aumento del nivel del mar es uno de los efectos más perjudiciales del cambio climático. Según el informe de la Diputación de Cádiz, “el aumento del nivel medio del mar ha aumentado a escala global, entre 1.900 y 2.010 una media de 1,7 milímetros al año”, sin embargo, “entre 1.993 y 2.010 se pudo registrar un ratio de crecimiento en torno a 3.2 milímetros al año”, es decir, casi doble.
Las estimaciones del informe, aseguran que si seguimos a este ritmo, entre 2.046 y 2.065 el nivel del mar puede crecer entre 0.17 mm/año y 0,38 mm/año, pero en el año 2.100 la subida podría llegar hasta los 0.98 mm/año.
Esta subida del nivel del mar podría tener consecuencias en la Bahía de Cádiz como las inundaciones de zonas bajas, el agravamiento de los episodios de niveles de mar extremo, la erosión costera, la pérdida y cambio en los humedales y la intrusión salina en los acuíferos y sistemas de aguas superficiales.
La Diputación de Cádiz organizó una serie de reuniones en las distintas comarcas de la provincia para buscar soluciones a estos problemas. Para la Bahía de Cádiz, se presentaron algunas propuestas.
El primero de ellos señala la importancia del Parque Natural Bahía de Cádiz para mantener en buen estado sus servicios ecosistémicos, al igual que preservar de la urbanización los espacios litorales que aún quedan en buen estado ambiental.
Se destacó la necesidad de que cada municipio tenga identificadas sus zonas con mayor vulnerabilidad ante la posible llegada de un tsunami, y el establecimiento de un sistema de alerta temporada y la elaboración de planes de emergencia ante una hipotética evacuación, por lo que se debería mejorar el contacto entre gestores municipales.
Además, a nivel mundial, este lunes arrancaba en Madrid la Cumbre del Clima anual. El objetivo no es otro que el de concienciar sobre el efecto climático y que los países se pongan de acuerdo en las distintas medidas que deberán adoptar para disminuir de manera considerable sus emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Hay países como Estados Unidos, China o Rusia, casualmente los que más gases de efecto invernadero emiten cada año, parecen querer obviar este problema.
El cambio climático es una realidad, no es ficción, y en pocos años, Cádiz y la vida de los gaditanos podrían cambiar de manera drástica.