En estos tiempos que corren, asumir la responsabilidad de una agrupación de carnaval es todo un reto digno de admiración. Es una difícil empresa que requiere de cualidades que no todo el mundo posee, y no hablamos exclusivamente de tener un excelente oído. Afrontar dicha tarea requiere de un amor incondicional a la fiesta para superar todas las adversidades que dicho rol conlleva.
Esa valentía es la que destaco del autor y responsable directo de esta chirigota, Ángel Atienza, que tras largos años de experiencia en agrupaciones "punteras" se lanzó para crear su propio estilo, en el que llevan cuatro años inmersos, con cambios importantes que dan a cada historia que crean una mayor calidad. Desde sus primeros inicios al frente de ‘Una chirigota vegana’ hasta nuestros días, Atienza ha ido moldeando la agrupación, dándole esa forma y estilo que pretendía, logrando este año, según comenta, los objetivos que se había creado a largo plazo: “Este año nos estamos esforzando al máximo. Hemos logrado crear un grupo con sello propio y estamos muy ilusionado con lo que llevamos, esperando que el público disfrute más y mejor. Queremos quitarnos la espinita del pasado febrero concursando como realmente nos merecemos”.
Material no les falta y ganas e ilusión les sobra a estos chirigoteros, que cuentan en sus filas con veteranos de la talla de Diego Arenas, que a pesar de los años que lleva en las tablas sigue sin perder esa frescura que le caracteriza. Otros componentes fieles al director grupal son Isaac Alejo, los hermanos Castilla, Sergio Márquez o José David, entre otros. Son componentes en su mayoría reconocidos y con cierta experiencia, a los que se les unen dos piezas fundamentales de la chirigota de la Peña ‘Los entonaos’: Miguel Ángel Romero y Antonio Herrero, que complementan el conjunto y dan mayor estabilidad y seguridad con respecto a años anteriores.
La afinación del grupo corre a cargo de José David Díaz y Juan Manuel Castilla, que comienzan su andadura en esta controvertida responsabilidad, sirviendo esta agrupación como plataforma de formación para futuros directores de grupos, algo de lo que el carnaval de Huelva carece. Este año van a por todas y esperemos que sigan manteniendo esa motivación en las tablas que siempre les ha caracterizado. Su nuevo tipo: Manolo García, el último de la fila.
