La Policía Nacional ha detenido a diez personas como presuntos autores del robo con fuerza de 5.800 kilos de cobre sustraído del interior de las instalaciones de una empresa ubicada en Puerto Real (Cádiz). Uno de los detenidos es el dueño de una chatarrería de Jerez de la Frontera, que compraba el cobre sustraído, pese a conocer su origen ilícito. El metal sustraído esta valorado en más de 180.000 euros pero los daños ocasionados sobrepasan el millón de euros.
Según informa la Comisaría Provincial en un comunicado, la investigación se inició tras las denuncias recibidas durante el año 2019 y fruto de las gestiones realizadas, se ha podido asociar la venta del cable de cobre con varias chatarrerías de la zona de la Bahía de Cádiz, así como la identificación de los autores del robo del material sustraído.
El origen de esta actividad está en la gran demanda de cobre existente en naciones emergentes, principalmente en Asia, que están sufriendo un rápido proceso de industrialización que requiere la construcción de nuevas infraestructuras y vías de comunicación, según ha aclarado la Policía Nacional.
Todo ello ha ocasionado un repunte del precio del cobre en los últimos años que ha repercutido en el aumento de las actividades delictivas en este ámbito, cuyas tipologías principales son los hurtos y robos con fuerza de hilo de cobre y algunos otros elementos en infraestructuras y en obras en construcción.
La Secretaría de Estado de Seguridad implantó en 2015 el denominado "Plan Cobre" para prevenir el robo de cobre y evitar la aparición y consolidación de grupos organizados en actividades ilícitas relacionadas con el cobre.