La reducción del IVA del 17,5 al 15 por ciento es una de las medidas que al parecer está considerando este gobierno, junto con otras destinadas a ayudar a las pequeñas empresas y a los propietarios de viviendas con hipotecas, un conjunto de medidas que buscan mejorar la economía de uno de los países más fuertes de Europa y que no ha podido minimizar los efectos negativos de esta crisis a nivel mundial.
Esta iniciativa, que aún solamente es un proyecto, y que tiene visos de poder ser una propuesta firme para afrontar esta crisis, de momento, no se contempla por parte de nuestro gobierno que también está buscando fórmulas para poder atravesar, de la forma más airosa, una crisis, que más que económica, que lo es para muchos, también lo es de confianza. Se ha perdido la confianza en que el país pueda salir de esta situación, y mientras tanto, los que sí tienen una economía desahogada o los que se benefician de esta crisis, prefieren ahorrar para las “vacas flacas”, sin darse cuenta que el dinero si no se mueve, no genera más dinero, que es al fin lo que el Gobierno está intentado hacer con medidas que aún no tienen un resultado adecuado.
Después estamos con la deuda pública, que en el caso de España empieza a ser preocupante, y lo que hace, aunque no sea esto lo que se venda, que esté tambaleándose los pilares del estado de bienestar. Hay recortes por todos lados. En sanidad, ya se puede ver como no se está cubriendo las sustituciones, como se ha suspendida prácticamente la continuidad asistencial que favorecía reducir las listas de espera, etcétera. Pero en la educación también hay recortes y en Bienestar Social aunque se están reforzando determinadas partidas, otras están cayendo en saco roto. Es difícil dar soluciones a tantas variables, pero recuperar la confianza deber ser un mensaje que debe empezar a calar entre la ciudadanía, para que este país salga airoso de esta crisis mundial.
