Otra tragedia en el Barbadillo, al que habrá que cambiarle de nombre cuanto antes y ponerle el del llorado Antonio Gallardo porque parece que está maldito para los anfitriones, que no logran salir victoriosos de su feudo desde el 10 de noviembre. Tanto es así que los de Vázquez llevan más triunfos fuera (Pozoblanco, Los Barrios y Xerez DFC) que en casa (Xerez CD y Sevilla C), algo verdaderamente inexplicable pero que tiene una respuesta sencilla: falta efectividad a la hora de transformar las ocasiones que genera el equipo, que como ocurrió en este partido, fueron varias y espléndidas, producto de un buen juego colectivo y del ansia de ganar de una vez por todas, pero motivos insuficientes para llevarse los tres puntos o, al menos, uno de ellos.
El Arcos abrió el marcador cuando aún no se llevaban ni dos minutos de juego, en una falta de Rosales que sorprendió a un inseguro Manu López, que también falló en la mejor ocasión arcense de todo el encuentro, dejándole el balón a Álvaro Vega en una mala salida que el de Puerto Real no supo concretar. Nos recordó a la oportunidad de Julio Cardeñosa ante Brasil en el mundial de Argentina de 1978. Los dos jugadores, el vallisoletano y el puertorrealeño, nunca olvidarán su fallo.
Con el 1-0, y una vez reanudado el choque, el Arcos ofreció sus mejores minutos, donde Roberto Barba dominaba la banda a su antojo y Rafita dirigía con acierto y criterio a su equipo, que le pasaba por encima a un Rota que se veía superado, pero al que no se le daba matarile. Los palos jugaban a favor de los roteños, como en el disparo de Maqui cuatro minutos después de la oportunidad de Álvaro Vega, que repelió el poste derecho del portal de Manu López.
Pero el fútbol es un deporte de errores y si fallas ocasiones inmejorables y atrás la pifias, lo más seguro es que pierdas. La fortuna también cuenta, como la que le faltó a Alberto Fernández en el min. 60 al equivocarse en la salida de balón y derribar a un rival que ya enfilaba el camino hacia el portal de Lebrón, ya que era su segunda amarilla y dejaba al Arcos con uno menos faltando más de media hora. El Arcos se sobrepuso y volvió a ponerse por delante con un golazo de Javi Rodríguez a pase de Roberto Barba, pero dos minutos después, Rueda empataba de volea en un rechace defensivo. El golpe mortal llegó en el 90, en un zurdazo lejano de Orihuela, con Lebrón fuera de su portería.
