El tenis español es más que Nadal

La consecución ayer en Mar del Plata de la tercera Copa Davis del tenis español, que en un principio estaba más que adjudicada a Argentina porque jugaba en su casa y por la ausencia de Rafa Nadal, marca un  hito en la historia del deporte nacional. España ha logrado una victoria mucho más meritoria de lo que puede parecer en un principio. Cuando el número 1 del mundo anunció que no podría acudir a la cita ante Argentina debido a una lesión, parecía que todas las ilusiones y esperanzas de lograr la ensaladera se habían desvanecido. Afortunadamente no ha sido así. El tenis español ha demostrado con esta victoria que es más que Rafa Nadal, que el equipo prima sobre las individualudades. El comienzo nada prometedor, con el número uno del equipo español con Nadal lesionado, David Ferrer, perdiendo el primer partido de forma estrepitosa y demostrando que no se encuentra en su mejor forma, hizo crecerse aún más a los argentinos, que precisamente no habían hecho gala de deportividad ni previamente (con las famosas declaraciones de su número 1, Del Potro, avisando de que le “iban a sacar el calzón del orto a Nadal”) ni durante todo el fin de semana en el que se ha desarrollado la final (con un público maleducado y provocador). Pero a todo esto supo España sobreponerse dirigida de forma magistral por Emilio Sánchez Vicario. Con un equipo de circunstancias, la juventud se abrió paso. Dos nombres propios surgieron para cambiar el destino: Feliciano López y Fernando Verdasco. El primero ganó a Del Potro, empatando la eliminatoria. Ambos ganaron en dobles, adelantando a España 1-2, y Verdasco hizo el punto definitivo ante un extenuado José Acasuso (sustituto de Del Potro, lesionado). Al final, resultó ser España quien sacó del orto los calzones al equipo argentino.