El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha descartado hoy ninguna posibilidad en cuanto a las medidas a adoptar por la pandemia del coronavirus. De hecho, y al ser preguntado por la opción de decretar el estado de alarma, no ha dicho que no y ha dejado claro que "la situación no es estática" y que tomará las decisiones que hagan falta, cuando hagan falta y donde hagan falta.
Tampoco ha negado que el Gobierno pueda verse obligado a cerrar Madrid. Al ser preguntado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros no ha negado que pudiera darse la posibilidad y ha recalcado que las medidas que se tengan que adoptar se harán conjuntamente con el Gobierno de la comunidad autónoma.
Y en relación con este último, ha rechazado que esté habiendo "discrepancias", dejando claro que la cooperación está siendo "muy franca" y que solo puede tener palabras de reconocimiento para el personal sanitario de Madrid, la Consejería de Sanidad y el Gobierno regional en su conjunto.
Como ya hiciese en su comparecencia el martes pasado, Sánchez ha señalado que el Gobierno hará lo que sea necesario, "cuando" y "donde haga falta", pero ha evitado dar pistas acerca de cuáles serían los siguientes pasos a dar en caso de que las medidas adoptadas hasta la fecha no estuviesen dando los resultados esperados.
Lo que sí ha repetido en varias ocasiones es que todas las decisiones que toma el Gobierno a este respecto se basan en las recomendaciones de los expertos, por lo que ha evitado autocrítica alguna con respecto a la decisión de permitir la masiva manifestación en Madrid el 8 de marzo.
Tampoco ha respondido Sánchez cuando se le ha preguntado si él mismo u otros miembros del Gobierno, aparte de la titular de Igualdad, Irene Montero, estaban infectados de coronavirus. El presidente se ha limitado a señalar que en caso de dar positivo en las pruebas, los miembros del Ejecutivo trabajarían a distancia, evitando las reuniones presenciales atendiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Pero el Gobierno no se parará, ha aclarado.
El presidente ha hecho especial hincapié en intentar trasladar un mensaje de "calma y serenidad", remarcando la "extraordinaria cooperación" que está encontrando en todos los gobiernos autonómicos y ayuntamientos, independientemente de su color político.
Tras reconocer que no existe un "manual de instrucciones infalible" frente a esta emergencia sin precedentes, que tiene una dimensión sanitaria pero también económica, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que responda con "unidad, responsabilidad y disciplina social" a las medidas que las autoridades vayan recomendando o imponiendo para contener la propagación del virus.
Así, ha pedido a los ciudadanos que cada uno a título individual cuide su salud porque así estará protegiendo también la de los demás y ha instado a hacer un uso "racional" de los productos médicos y de la atención médica. "Todos y cada uno de nosotros podemos hacer algo muy importante por los demás", ha dicho Sánchez, seguro de que el país superará esta crisis, pero urgiendo a hacerlo con la menor pérdida posible de vidas humanas y en el menor tiempo posible.
El presidente se ha solidarizado con aquellas personas que hayan perdido a seres queridos por esta enfermedad, a los autónomos que sufren por el impacto que esta emergencia tendrá sobre sus negocios y, en particular, con los trabajadores sanitarios y de los servicios de emergencias que se están dejando la piel en jornadas agotadoras para hacer frente a esta situación. El Gobierno, se ha comprometido, atenderá sus justas reivindicaciones.