La Policía Nacional ha detenido a C.M.G.G., de 34 años, acusado de coliderar una organización dedicada al tráfico de drogas a gran escala así como de ser el autor material de unos disparos que causaron lesiones a un padre y un hijo en el barrio de La Cañada de San Urbano de Almería el día 3 de septiembre ante la sospecha de un "vuelco de droga"; hechos por los que un juez ha decretado su ingreso en prisión.
Según ha indicado la Comisaría en una nota, se trata de una persona "muy violenta y de gran peligrosidad" a la que se le atribuyen los delitos de pertenencia a grupo criminal, tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico, tenencia ilícita de armas, tentativa de homicidio y detención ilegal.
El sospechoso, según la investigación policial, "siempre iba armado y tenía encomendada la labor de vigilancia de las propiedades dónde se alojaban las plantaciones de marihuana de la organización". Se trata así de "uno de los líderes de uno de los entramados criminales más importantes del levante almeriense, dedicados fundamentalmente al tráfico de drogas".
Durante el verano del año 2019, la Policía Nacional inició las investigaciones sobre un grupo criminal asentado en Almería, que según las primeras pesquisas se dedicaba al cultivo y venta de marihuana a gran escala.
Las vigilancias y seguimientos sobre las diferentes personas que componían dicho grupo, fueron aportando información suficiente para conocer su estructura criminal, y rol que cada uno de ellos desarrollaba dentro de la misma.
630 KILOS DE MARIHUANA
En la 'Operación Sinse' desarrollada durante el pasado mes de febrero, fueron detenidas 15 personas, e intervenidos entre otros 630 kilogramos de marihuana, y 38.000 euros en efectivo en los nueve registros practicados por la Policía Nacional. Sin embardo, el ahora detenido consiguió evadir el cerco policial y mantenerse en paradero desconocido.
La investigación policial concluyó que el ahora detenido había sido el autor material de unos disparos efectuados el día 3 de septiembre en la Cañada de San Urbano, donde resultaron heridos de bala un padre y un hijo.
La causa de los disparos fue presumiblemente un "vuelco de droga", es decir, la creencia de que los tiroteados pretendían apoderarse de la marihuana oculta en una de las viviendas de la organización. En este caso, el sospechoso sería el encargado de la vigilancia de las nueve propiedades donde se alojaban las plantaciones de marihuana de la organización.
El arrestado "siempre iba armado" y cuando era requerido por los jardineros de las plantaciones "acudía con premura para ofrecer la seguridad necesaria a las plantaciones, ante miradas indiscretas o sospechosas para el correcto desarrollo de la actividad ilícita".
DOS MESES DE BÚSQUEDA
Dado el papel que desempeñaba, el detenido era una persona "escurridiza, que cambiaba habitualmente de rutinas, y que además sospechaba que estaba siendo vigilando las 24 horas del día, lo que ha hecho muy difícil su localización", que se ha extendido durante dos meses.
El operativo policial se ha desarrollado en diferentes emplazamientos y horas del día y de la noche, de forma que finalizó recientemente en el interior de un inmueble sito en la Cañada de San Urbano.
Paralelamente, la Policía Nacional tuvo conocimiento de que además de los delitos que acumulaba, el arrestado mantuvo encerrada a una mujer, con quien al parecer mantenía una relación sentimental, impidiéndole que saliera del domicilio con libertad.
En el interior de la vivienda donde se escondía, había habilitado un habitáculo a modo de escondite, oculto tras un montón de ropa, y que daba acceso a un balcón. Durante la detención, y al verse sorprendido, el detenido reaccionó con "gran virulencia, logrando agredir a varios agentes".