La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (UPO) llevarán a cabo la ampliación del inventario, monitorización y modelización hidrológica de la relación laguna-acuífero en los mantos eólicos de Doñana.
La investigación conjunta responde a la renovación del convenio entre ambas entidades aprobada por el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Este convenio responde a la inquietud de entidades e instituciones en relación a la progresiva disminución del periodo de inundación de algunas de las lagunas del Parque Nacional de Doñana.
El investigador principal de este acuerdo es el profesor del Área de Geodinámica Externa de la UPO, Miguel Rodríguez Rodríguez.
El objeto del convenio es continuar con el desarrollo de la colaboración que permita el seguimiento de los procesos hidrológicos en el espacio natural de Doñana y, en concreto, el funcionamiento y estado hidrológico de las lagunas peridunares de este parque nacional.
En concreto, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aportará instalaciones, infraestructuras, recursos humanos y técnicos, así como un total de 75.000 euros distribuidos en 25.000 euros cada uno de los 3 años de vigencia del convenio, de su presupuesto de gastos anual.
La Universidad Pablo de Olavide aportará el equipo científico, material específico y laboratorios.
El objetivo fundamental de este trabajo es la continuar la investigación hidrogeológica en sistemas lagunares alimentados por escorrentía superficial y subterránea a lagunas sobre materiales de alta permeabilidad.
También estimará el grado de ajuste de los resultados obtenidos con la evolución real del agua en las lagunas.
De esta forma se podrá conocer la relación que existe entre estos humedales y las masas de agua subterráneas sobre las que se sitúan.
El estudio se plantea desde una perspectiva ambiental, siguiendo los objetivos planteados en el Artículo 4 de la Directiva Marco del Agua (DMA) y los resultados servirán para mejorar los modelos conceptuales de funcionamiento de lagunas, lo que redundará en mayor precisión y efectividad, tanto de la planificación como de la gestión, agrega la universidad.