Jerez

Diego del Morao regresa este Viernes Flamenco a Jerez

No será la de este viernes la única aparición del tocaor en Jerez. El próximo día 7 actuará junto a Antonio Reyes, uno de sus cantaores de cabecera

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  • Diego del Morao -

El ciclo Viernes Flamenco sigue su curso natural, a pesar de celebrar una edición especial con motivo de la Covid-19. Si en un principio, allá por el mes de marzo que se presentaba la programación oficial del Caló Flamenco, estos populares encuentros de los viernes veraniegos se iban a celebrar en el Alcázar de Jerez, finalmente y con un formato reducido, se han trasladado a los Claustros de Santo Domingo.

Por el mágico patio han desfilado ya nombres de éxito como Macarena de Jerez, que aprovechó para conmemorar el veinticinco aniversario del fallecimiento de Lola Flores; Ezequiel Benítez, presentando Ilus3; la impetuosa familia de Luis Moneo, con el baile elegante de María José Franco, y el dueto formado por Sorderita y Agujetas Chico, sellando en armonía esa ligazón jonda entre ortodoxia y vanguardia.

Hoy se abren de nuevo las puertas de los Claustros para acoger a una de las voces del momento, el toledano Israel Fernández. Este joven que va madurando llega junto a Diego del Morao, un guitarrista cotizado por su calidad a la hora de acompañar. Diego asume sin pretenderlo la responsabilidad del triunfo con el arrope armónico sin parangón de una sonanta que exhala el olor del barrio del compás y el soniquete, Santiago.

El hijo de Moraíto es un digno sucesor de la saga, capitaneada por el patriarca Morao que aún sigue espolvoreando arte a su paso, con sombrero y bastón, y con la mirada vigorosa de quien marcó un antes y un después en la guitarra flamenca jerezana.

A lo que Diego respecta, se encuentra en un momento más que brillante en su carrera. No hace más de dos semanas reapareció en Sevilla, junto a otro ilustre, Jesús Méndez. El guitarrista cuenta con un número de seguidores más que considerable, de todas las edades, de insospechados países. Su presencia es todo un acontecimiento, sobre todo, para esa generación de nuevos guitarristas que luchan día a día por aprender y hacerse un hueco en este mundo. También, para los que nada esperan del instrumento más que la satisfacción personal de saber hacerlo sonar. Diego llena el escenario sin levantarse de la silla, que es lo más difícil.

Y no será la de esta noche la única aparición del tocaor en Jerez, tierra en la que no vive desde hace una etapa por motivos que no interesan. Vuelve, pues, el próximo viernes para acompañar a Antonio Reyes, uno de sus cantaores de cabecera. Ambos acaban de grabar el disco Que suene el cante, que estaba previsto presentar en esta sesión pero que con motivo de la reducción de formato llevarán, a modo de recital, De Cai y Los Puertos. No hay que dejar de escuchar a Israel ni a Antonio, pero sobre todo, a Diego. 

 

 

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