Soy feminista, no estoy de acuerdo con que los genitales determinen mi destino. Algunas personas pueden tener dudas sobre qué significa exactamente ser feminista, pues lo aclaro: feminista es quien piensa que hombres y mujeres deben ser iguales en derechos. No estamos en contra de los hombres, sino del patriarcado y del machismo. Y esto no lo pensamos desde ayer, el movimiento feminista empezó en el siglo XVIII.
Una de sus precursoras fue Olimpia de Gouches. Cuando yo daba clases, en los libros de Historia aparecía en un recuadrito en el margen del tema de la Revolución Francesa. Como si le hicieran un honor poniéndola allí, en vez de en el texto principal que era donde debía aparecer por sus méritos en la lucha por la revolución, por la abolición de la esclavitud y por los derechos de las mujeres. Ella redactó una Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana en 1791, fue por necesidad, porque los hombres, que las querían defendiendo los ideales de la revolución en los cafés, en las plazas y en las trincheras, se habían olvidado de ellas en su Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. Servían para morir por la revolución, para ser guillotinadas, pero no para participar en La Asamblea. Los burgueses, en ese sentido, eran más reaccionarios que los monárquicos absolutistas, pretendían recluir a las mujeres en el ámbito del hogar, relegarla de la vida pública y excluirla de los derechos que se habían pedido para el hombre. No querían darle al género femenino la más mínima cuota de poder.
Olimpia revisa, punto por punto, el manifiesto que se había aprobado en la Asamblea Nacional y hace una declaración inclusiva, hombres y mujeres, ambos tienen derecho a la libertad, a la propiedad, a participar en la vida pública, a disfrutar de libertad de opinión. Pretendía acabar también con los bastardos, las mujeres podrían declarar públicamente quién era el padre de su hijo para eliminar todas las injusticias que devenían de esta situación. Su lucha es aún más amplia, Olimpia realiza proyectos para acabar con el analfabetismo y crear escuelas de oficios para hombres y mujeres. Esto debe quedar siempre claro, Olimpia no excluye, son los hombres quiénes lo hacen.
Por todas esas luchas será guillotinada y no conformes con esto, de ella dirán esos revolucionarios: “Esa virago, esa mujer hombre, Olimpia de Gouches, la impúdica que fue la primera en constituir sociedades de mujeres, abandonó los cuidados domésticos, quiso politiquear y cometió crímenes, todos esos seres inmorales han sido aniquilados por la espada de la ley”. Con todos esos seres inmorales se refiere a otras mujeres que, como Olimpia, lucharon por la igualdad política, social, económica y legal. Ahora nos llaman feminazis.
