El entrenador del Xerez DFC, José Pérez Herrera, se encontraba decepcionado el pasado domingo por “como fue la forma de perder. Era un partido que se nos escapó en el último cuarto de hora cuando lo teníamos controlado. El primer desajuste defensivo lo pagamos caro y ese golpe anímico, cuando menos lo esperábamos, ha hecho que en un balón parado recibiéramos el segundo. Un acierto del rival. Nos faltó sentenciar cuando pudimos”.
“Está claro que el jugador para un partido de estos tiene una motivación extra por sacar los tres puntos frente a un rival directo. Lo que nos preocupa no es perder, es levantar a la plantilla porque esta semana tenemos una salida complicada. Esto no iba a ser coser y cantar. Hay que trabajar para levantar los ánimos y que esto no pese más de la cuenta para que el equipo el domingo salga con esa rabia y esa fuerza que necesitamos”, declaraba el técnico.
El entrenador azulino también destacaba que “es difícil mantener la concentración, la tensión y no cometer errores en noventa minutos. Es prácticamente imposible. El equipo estaba rozando la excelencia pero los desajustes los ha aprovechado el rival. Estaba todo bastante controlado, excepto en esos dos momentos puntuales. Por lo demás apenas hubo peligro en nuestra área”.
A raíz del empate el equipo se viene abajo y “nos ha hecho mucho daño el primer gol. Parecía que el rival no tenía fuelle y nosotros nos veíamos fuerte y esa jugada cambia la mentalidad”.
