El Puerto

Sierra San Cristóbal: Cuando la legalidad ofrece más quebradero de cabeza

Después que un juzgado dictara que son vecinos de El Puerto, ahora necesitan legalizar las casas

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  • Vecinos de la Sierra de San Cristóbal. -

Desde la Asociación Azada de la Sierra San Cristóbal quieren hacer visible un problema enquistado y que sigue sin resolverse. Desde el colectivo vecinal reclaman que la “barriada lleva sufriendo durante muchos años”. Y no les falta razón. Una cuestión despejada, entonces, que añade, ahora, un problema colateral.

En la zona viven cerca de un millar de personas, en unas 250 viviendas “en el cual por haber estado entre los dos términos municipales, entre Jerez y El Puerto, se nos permitieron hacer todas esas viviendas”.

El limbo administrativo en el que estuvo sumido durante años quedó resuelto, al menos en cuanto a su pertenencia, cuando un juez dictaminó que a todos los efectos eran vecinos de El Puerto. Y vecinos con sus pros y sus contra. Para tener unos servicios municipales hasta entonces ausentes, y para mejorar una zona que no acaba de hallar su estabilidad. Y es ahí donde empezó otra batalla, más compleja y más cruenta de resolver ante la obligación de tener que legalizar la situación ante la alegalidad en la que estaban sumidos.

Casas de 80 años

Se quejan que ahora que “nos están llegando muchos expedientes administrativos, llegando algunos a lo penal para que tiremos nuestras casas. Casas que llevan, algunas, más de 80 años hechas, dejando así a muchas familias con niños en la calle”. Todo ello, según nos reconoce una vecina, “por no darle la categoría que la Junta de Andalucía dio cuando nos sacó del PGOU que fue la de suelo rural diseminado”.

En su intento de dar una salida a esta situación que se alarga durante años, “después de hablar con Germán Beardo, la señora Danuxia (edil de Urbanismo) y Juanma Moreno (presidente de la Junta) para que le den una solución rápida, seguimos sin resultados y siguen llegando expedientes”, se lamentan. Ante ello reconocen que “estamos desesperados” ante una realidad compleja y ante un futuro nada halagüeño el que le depara a los vecinos de la Sierra de San Cristóbal. Ahora son a todos los efectos portuenses, con un nuevo problema que solventar.

 


 

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