Provincia de Cádiz

“Un tsunami en Cádiz en pleno verano y sin plan de evacuación sería peor que la pandemia”

El doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Gregorio Gómez Pina, analiza en una conferencia los riesgos de maremotos y advierte que no estamos preparados

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Andaluc�a Informaci�nPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • Gregorio Gómez Pina (2i), quien fuera jefe de la Demarcación de Costas, y divulgador, advierte sobre el riesgo de un tsunami en Cádiz. -

El litoral gaditano está coloreado de rojo en el mapa de riesgo por tsunamis, pero las administraciones no han elaborado planes de evacuación. “Ocurrió en 1755 y volverá a ocurrir, aunque no sabemos cuándo”, advierte Gregorio Gómez Pina, doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Máster en Ingeniería Oceanográfica por las universidades de Hawái y Cantabria y profesor visitante de la UCA. Sus efectos podrían ser devastadores. Este miércoles, 24 de febrero, a las 19.00 horas, el que fuera jefe de la Demarcación de Costas incidirá en la necesidad de prepararnos en una conferencia organizada por la Sociedad Puertorrealeña de Amigos del País y a la que se puede asistir virtualmente inscribiéndose en el correo antoniogomezbarrega@gmail.com.

¿Qué probabilidad hay de que la provincia sufra un tsunami?

–La probabilidad es alta y el riesgo, también. Sucedió una vez y volverá a suceder. 

¿Se puede pronosticar cuándo?

–No sabemos cuándo exactamente. Tenemos un dato objetivo, el terremoto de Lisboa de 1755, y hay investigadores que han estudiado los denominados paleotsunamis, de manera que quizá el periodo de retorno, en el que se puede volver a producir, sea 1.000 años. Eso no significa que no se volverá a repetir hasta dentro de 1.000 años. Sino que en un periodo medio de 1000 años, todos los años habría una probabilidad de que sucediese de 1/1000 . El primer año, el segundo y el último. Y eso tampoco me deja tranquilo. 

¿Qué sabemos del terremoto de Lisboa?

–Sabemos muchísimo. El terremoto se produjo el 1 de noviembre, a las diez de la mañana. Llegaron varias olas al litoral gaditano. La primera tardó 78 minutos en alcanzar la ciudad de Cádiz; 45 minutos en llegar a Algeciras y Sancti Petri; 65 minutos a El Puerto; y una hora a Sanlúcar. Los primeros efectos se sintieron en la costa de Huelva y en total se contaron 1.755 fallecidos.

Está claro que el Instituto Geográfico Nacional daría la alarma pero no se sabe qué hacer después”

¿Dónde se produjo exactamente el terremoto?

–En la falla de Las Azores. Ahí es donde se registraría el terremoto si se produjera un nuevo tsunami.

¿Y cómo se advertiría la alarma?

–El terremoto, que tendría que ser de unos seis grados y medio, se sentiría en toda España. El tsunami se iniciaría por la dislocación del fondo marino, que provocaría un movimiento vertical y el movimiento de una gran masa de agua de millones de metros cúbicos. Es como tirar una piedra a un estanque. Si tiras una piedra a un estanque, se genera una onda circular. Es igual.

¿Avanza en todas las direcciones?

–Sí, avanza en todas direcciones a una velocidad que depende de la intensidad del terremoto y la profundidad. El tsunami del Índico en 2004 se produjo a cuatro kilómetros. La ola viajó a unos 740 kilómetros por hora. Algo que avanza a esa velocidad es un arma mortífera. De hecho es el mayor desastre habido en la humanidad con 230.000 muertos, 25.000 desaparecidos y 125.000 heridos.

¿Existen otras señales de alerta?

–En alta mar, la altura que tiene esa ola es pequeñísima, de medio metro, o sea, un barco no lo sentiría, solo tendría conocimiento por los sensores que detectarían que ha pasado algo a una velocidad, como en el caso del Índico, de 740 kilómetros por hora. En la costa, se produce un retroceso anómalo del mar, como si hubiera una gran bajamar. En 2004, la playa se vació unos dos kilómetros y medio durante doce minutos y luego regresó a los ocho minutos a la velocidad de una moto náutica. Una niña, que conocía este fenómeno, comenzó a gritar en cuanto vio el retroceso del agua en una playa de Pukhet “tsunami, tsunami” lo que permitió que se salvara mucha gente.

¿Es importante enseñar todo esto?

–Es fundamental hacerlo en las escuelas, sin alarma social. Ya se hace en Japón o Chile.

La Junta y los ayuntamientos hacen su tarea, solo Chipiona se ha sumado  al programa Tsunami Ready”

Lo que no se puede explicar es cómo actuar conforme a un plan de evacuación porque no lo hay.

–Lo único que hay es una directriz básica de planificación de Protección Civil ante el riesgo de maremotos que sacó el Gobierno en 2015 que establece los requisitos mínimos para una adecuada coordinación con los diferentes planes de las comunidades autónomas y, dentro de estos últimos, con los planes de actuación de ámbito local. Ahora se sabe, por ejemplo, que el organismo que debe dar la alarma es el Instituto Geográfico Nacional. El problema está en que una vez que se remite el aviso, no se sabría qué hacer.

¿Junta y ayuntamientos no han cumplido?

–No, no lo han hecho. Cuando se aprobó la directiz básica no puso fecha a la finalización de los trabajos de las comunidades autónomas. El Gobierno anterior ha mareado la perdiz y el de ahora no ha hecho nada tampoco. De vez en cuando salen que se va a hacer un plan autonómico, pero no se ha visto nada.

Chipiona ha dado un paso adelante.

–El Ayuntamiento, con buen criterio, se ha adherido al programa Tsunami Ready, de la Unesco, para elaborar un plan local piloto y ha animado a otros municipios a que se sumen. Se ha comenzado la casa por arriba, pero si la Junta no se anima, tendrán que hacerlo las localidades para no olvidar lo que dijo Séneca: “Cuando se está en las adversidades, ya es tarde para ser cautos”.

Si se produjera un terremoto capaz de originar un tsunami, ¿cómo actuamos entonces?

–Entre que se registra el terremoto y se sabe si habrá un tsunami pasan 15 minutos. Tenemos, en el caso de Cádiz, unos 60 minutos para reaccionar. Habría que buscar sitios con una altura equivalente a un cuarto piso. Pero si esto pasara en verano, con las playas llenas, podría provocar consecuencias mortales mayores incluso que las ocasionadas por la pandemia en España en este año.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN