Ronda

Benadalid en femenino, mujeres referentes, Rafaela Vázquez

Este proyecto se inició el pasado año haciéndolo coincidir con el Día Internacional de la Mujer.

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
  • mujer
  • día

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que se celebra hoy 8 de marzo, el pasado sábado el Ayuntamiento de Benadalid organizó el acto de reconocimiento a Rafaela Rodríguez Vázquez, vecina del municipio, una iniciativa encuadrada en el proyecto ‘Benadalid en Femenino, mujeres referentes’. Tal como se ha indicado desde el consistorio, “este proyecto se inició el pasado año haciéndolo coincidir con el Día Internacional de la Mujer, un momento perfecto para destacar la figura de una de nuestras muchas grandes mujeres. Desde el Ayuntamiento de Benadalid queremos hacer visible la necesidad de seguir reivindicando este día, denunciando y rechazando cualquier forma que sitúe a la mujer en situación de desventaja solo por nacer mujer. Necesitamos un mundo donde unas y otros partan del mismo punto y puedan ofrecernos ambos su máximo potencial y su esencia, al margen de condicionantes sociales, de límites y encorsetamientos preconstruidos. Además queremos añadirle a esta jornada un poco de celebración con nuestro ‘Benadalid en Femenino, mujeres referentes’, un proyecto que nace para agradecer, visibilizar y poner en valor la figura de mujeres de nuestro pueblo que por su manera de vivir han abierto camino y han sido y siguen siendo referentes en la lucha por la igualdad. Nos es complicado elegir a una, hay muchas, todas ellas potentes, mujeres de ojos grandes que forman parte de la identidad y el patrimonio de Benadalid, por eso queremos que este proyecto venga a quedarse para poder regalarle a todas ellas nuestro más sincero agradecimiento y respeto”. Además del acto de reconocimiento, el proyecto ‘Benadalid en Femenino, mujeres referentes’ incluye la iniciativa de que por cada mujer que sea homenajeada se plantará un árbol, el favorito de la reconocida. La idea es crear el ‘Bosque de las Mujeres’, en el que cada árbol llevará una placa identificativa con un código qr a través del que vecinos y visitantes tendrán la oportunidad de conocer la historia y la vida de cada mujer. Tras el acto del pasado sábado, que se desarrolló en la Plaza Beni Al Jali, Rafaela Rodríguez e Isabel Perales, homenajeada el pasado año, plantaron un naranjo y un olivo respectivamente en la zona de la Cruz, árboles que serán trasladados al entorno del ‘Piche’ una vez finalicen sus obras de adecuación, ya que será allí donde se creará el ‘Bosque de las Mujeres’. “ Creemos que existe mucha similitud entre los árboles y las mujeres. Ambos simbolizan la vida, las raíces, los cuidados, la protección y el sostén de la vida”, se subrayó desde el ayuntamiento. En un breve relato biográfico de Rafaela Rodríguez Vázquez, su hija apuntó entre otras cosas que “nació Rafaela en junio de 1931 cuando sus padres vivían en el campo. Eran colonos en un cortijo situado detrás de la sierra de Benadalid. Su padre, que era de Benalauría, la inscribe en el registro civil de esta localidad donde también es bautizada. Vive en el campo hasta los doce o catorce años, ella no lo recuerda bien, siendo la mediana de tres hermanos. Enviuda con 44 años y cuatro hijos de entre 8 y 13 años. Además, tiene a su cargo dos ancianos que unas veces ayudan y, otras, son dos niños más. La pensión da para poco y no para de pensar cómo aumentar los tan necesarios ingresos: cría conejos para llevar metidos en un saco, en autobús, a los bares de Ronda; se ofrece como vendedora a comisión de una tienda de muebles que llena de somieres con patas y colchones de espuma las casas del pueblo, dándole el relevo a la lana. Negocia y es tratada con respeto porque sabe ganárselo. Mejora la vivienda pagando a plazos los arreglos y la carpintería. Monta la mejor peluquería del mundo, porque es gratuita, con las tijeras que hereda de su marido. Por allí pasan casi todos los amigos de sus hijos a cortarse el pelo. Ya mayores, la saludan agradecidos con cariño. Siempre con iniciativa, coge la tienda cuando se jubila Marcela, compra la nevera y los primeros pollos que vende los trae también en el autobús, otro aliado. Entonces las tiendas del pueblo no se cerraban ningún día. Pasa de tener que comprar fiado, mientras se vendían los cochinos, las aceitunas o los higos secos a ser la que fía. Está cuando alguien la necesita aún sin tener la certeza de cobrar”.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN