"Donde dice: 'Digo', debe decir: 'Diego'". Para sorpresa de muchos, incrédulos la mayoría, una página del BOE de este jueves circula por foros y chats reproduciendo, casi textualmente, el popular dicho. No es un "fake", es la corrección de un error en el traslado de un funcionario.
La página 31.270 del Boletín Oficial del Estado del 18 de marzo de 2021 pasará a la historia por este divertido error, referente a la adjudicación de un puesto en Cádiz de técnico de proyectos y obras en la Secretaría de Estado de Medio Ambiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, publicada el 4 de marzo.
Seis días después, en el ministerio se dieron cuenta de la equivocación y hoy transcriben dos rectificaciones sobre ese concurso. La primera, el "Diego" de "Digo", y la segunda en Ourense de un puesto adjudicado a una Cristina pero que, corrige el BOE, ha quedado desierto.
Corregir errores o erratas en el BOE es, sin embargo, algo habitual. En todos los boletines de esta semana, menos en el del martes, figuran modificaciones de publicaciones anteriores.
El de este lunes tiene al menos tres de los ministerios de Trabajo, Derechos Sociales e Industria, y otros dos el martes, uno de ellos tan simple como una coma que faltaba en la creación del Consulado en Manchester (Reino Unido).
En el BOE de hoy, aparte de la aclaración de "Digo", hay correcciones de errores en el cese y nombramiento del Consejo Económico y Social del Ministerio de Trabajo y en dos leyes catalanas, una de ellas la de la facilitación de la actividad económica, donde en lugar de "administración electrónica" debía decir "administración digital".
Y si bien el error proverbial del BOE de este jueves no tiene grandes consecuencias, ni siquiera para Diego, otros sí han causado algún problema.
Como el "error tipográfico" que cometió el Ministerio de Defensa en 2018 en las coordenadas que delimitaban una nueva zona de seguridad en el acuartelamiento de El Matorral, en Fuerteventura, que había sido criticada por las instituciones de la isla al afectar a varias infraestructuras.
Otro error que dio que hablar fue el que afectó al exlíder de Ciudadanos, que apareció como "Alberto Carlos Rivera Díaz", en lugar de Albert, encabezando las listas del partido a las elecciones del 28 de abril de 2019.
O el del 9 de agosto de ese año, cuando el BOE rescató la memoria de los 4.427 españoles muertos en campos de concentración nazis y situó los orígenes de uno de ellos, Ursicino Ruiz García, en Gran Canaria, cuando procedía de León.
En febrero de 2017, el Ministerio de Educación cambió por error el nombre de una película de Luis Buñuel y "Los olvidados" pasaron a ser "Los marginados" y en 2015 un error en el nombramiento del entonces fiscal jefe del Tribunal de Cuentas, Miguel Ángel Torres Morató, causó el aplazamiento de su toma de posesión. Faltaba la orden con su ascenso a fiscal de sala.
En 2010 otro más polémico llegó hasta la sesión de control del Gobierno en el Congreso. La entonces vicepresidenta segunda, la socialista Elena Salgado, tuvo que responder por la modificación en el BOE de un decreto que prohibía a los ayuntamientos recurrir al crédito en 2011, que ella atribuyó a la corrección de un error.
Estas correcciones, dijo entonces, son un mecanismo de uso "intrínseco, habitual y necesario" y dio datos para justificarse: en la legislatura anterior del PP se habían modificado un 17,2 % de los decretos leyes.