“Jaén necesita un trato favorable, la conocida discriminación positiva, para una provincia que precisa impulsar su desarrollo, incrementar su empleo, retener a su población y mejorar su bienestar”. Esta es la conclusión del director de la Cátedra de Planificación Estratégica Territorial, Desarrollo Local y Gobernanza de la Universidad de Jaén, Antonio Martín Mesa, en el prólogo de la actualización del Cuadro de Mando Integral del II Plan Estratégico de la provincia, publicado ayer.
Esta exhortación a la inversión pública está fundamentada en el hecho de que en la última actualización, sólo 153 indicadores convergen con la tendencia deseada, es decir, “que evolucionan de una forma favorable para alcanzar los objetivos del II Plan Estratégico, mientras que 160 lo hacen en el sentido contrario al esperado y deseado”, recoge el informe. El resto de indicadores, hasta los 381, bien no alcanzan los valores deseados o, bien, su aumento o disminución no implica que se estén alcanzando los objetivos del Plan Estratégico. En total, un 59’8 por ciento de los indicadores precisan de un impulso inversor, principalmente, y ello, teniendo en cuenta que, además, “muchos de los indicadores todavía no recogen las cifras correspondientes a 2020”.
Impacto atenuado
En cualquier caso, el informe del mes de marzo recoge que según el Banco de España el impacto estimado económico de la pandemia en el Producto Interior Bruto (PIB) ha sido del -8,7 por 100 en Jaén, frente al -27,0 de Baleares; el -21,0 de Las Palmas de Gran Canaria; -19,0 de Santa Cruz de Tenerife; -17,0 de Málaga, -14,2 de Girona; -13,6 de Alicante; -12,6 de Granada; -11,7 de Barcelona; o -10,5 de Madrid. “Este impacto más moderado en Jaén se justifica, entre otras razones, por el mayor peso del sector agrario en la provincia, que es del 13,5 por 100 del Valor Añadido Bruto (VAB) total frente al 2,8 por 100 de la media española; así como por el menor peso del turismo internacional, el más afectado por la falta de movilidad derivada de la pandemia, en Jaén. Sólo el 13,7 por 100 de los visitantes de 2019 fueron extranjeros, mientras que España fue 51,5 por 100”.
Con todo, el informe recuerda el deterioro del tejido empresarial, la reducción de las matriculaciones de vehículos o la caída del sector turístico (222.248 viajeros y 392.512 pernoctaciones en establecimientos hoteleros en 2020, frente a los 531.700 viajeros y 940.053 pernoctaciones de 2019), entre otros indicadores.
