Son algunas de las conclusiones de una encuesta elaborada por una conocida empresa juguetera en colaboración con la DGT y que refleja la mala opinión que tienen los niños de la forma de conducir que tienen sus padres.
Un 25% de los niños reconoce que no utilizan ningún dispositivo o silla especial en los desplazamientos en coche, un porcentaje similar asegura haber viajado en el asiento delantero en alguna ocasión y un 13% ha sacado el brazo por la ventanilla, en tanto que un 5% confiesa haber cogido el volante con el coche en marcha.
De los niños que utilizan normalmente la silla, uno de cada diez revela que viaja suelto en los trayectos cortos, cerca de casa, cuando no se sale a la carretera o por simple olvido. Sobre las actitudes de sus padres, un tercio de los niños asegura que estos se enfadan conduciendo y que insultan.