San Fernando

Quijanos: Homenaje a quienes dejaron constancia de lo ocurrido hace cien años en La Isla

Integrantes de la familia de los fotógrafos que han contado más de un siglo de San Fernando en fotos homenajean a sus antepasados en la exposición del Carmen.

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Tienen en sus manos una gran parte -si no la mayor- de la historia de San Fernando en fotografías. Y fotografías además de una calidad que supera el paso de los tiempos tanto por la calidad con la que fueron hechas cuando los fotógrafos eran fotógrafos y las cámaras lentes hechas a mano con el mejor cristal en los mejores chasis. De ahí las sorpresas que se llevan algunos fotógrafos del siglo XXI. Gratas sorpresas.

El Archivo Quijano es al día de hoy el referente principal de la crónica gráfica de la ciudad porque se trata de generaciones de fotógrafos que han ido sumando imágenes de la vida cotidiana de La Isla y de sus grandes acontecimientos.

Sin embargo, todo ese material compuesto por millares de negativos y placas precisa de un proceso continuo de conservación y catalogación que permita su uso en cada momento que se precisa, porque hay dos cosas que este jueves dejó dicho Pablo Quijano en la puerta de la Iglesia del Carmen, junto con otros Quijano de distintas generaciones. Y es que se honra a los que ya no están, a los que hicieron el grueso de ese archivo, cuidando de ese legado, dándolo a conocer a las nuevas generaciones y reivindicando el apellido de toda una estirpe de fotógrafos a la que ellos pertenecen. 

Los Quijano -no todos- se reunieron este jueves pasado en esa exposición que conmemora el primer siglo del Patronazgo de la Virgen del Carmen y recoge foto a foto todos los actos que tuvieron lugar en la jornada del 16 de julio de 1921 en el centro de la ciudad, con una misa de campaña en la Plaza del Rey y los actos religiosos acompañados por toda una ciudad y una parte primordial de ella: la Marina.

El encargado del archivo, el guardián del tesoro gráfico es José Quijano, quien ha utilizado para esta exposición prácticamente todo el material que había disponible sobre el acontecimiento salvo algunos negativos que repetían escenas que ya estaban recogidas. 

Pablo Quijano, que es el portavoz de la familia, aclaró también el porqué de ese encuentro de familia alrededor de la exposición, que no era otro que rendir homenaje a los antepasados, algo que cada vez se estila menos -lo dijo Quijano, pero no se entrecomilla porque lo puede decir cualquiera, tal de verdad es-, recordar a los que no están y ser conscientes de que todos irán desapareciendo y los demás tomando el testigo de esta tarea de conservación y difusión de buena parte de la historia de La Isla.

Por ahora el guardián es José Quijano al que la más pequeña de la familia entregó una flor para que la mandara al cielo e hiciera llegar a los que ya están allí un mensaje de cariño, consideración y respeto por todo cuanto hicieron.

Luego vieron toda la exposición con las explicaciones de José Quijano sobre las fotos, los personajes que aparecen, las escenas que tuvieron lugar y todas esas cosas que han cambiado, que ya no existen, salvo en el testimonio de las fotografías.

 

 

 

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