Almuñécar

Comienzan a retirar los restos de un velero encallado en una playa de La Herradura

Tras romper amarres en la Punta de la Mona, quedó a la deriva antes de llegar a la orilla, donde el propietario, residente en Almuñécar, ya no pudo moverlo

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  • Velero encallado en la playa de La Rijana, en La Herradura. -

El responsable de un velero de matrícula internacional encallado en la playa de La Rijana, en La Herradura de Almuñécar, en la costa de Granada, ha comenzado las labores de retirada de los restos de la embarcación, que ha quedado destrozado tras romper amarres en un puerto cercano en que estaba estacionado.

Así lo han indicado a Europa Press fuentes cercanas al caso, después de que, este pasado sábado por la mañana, y tras romper amarres en la Punta de la Mona, el velero quedara a la deriva antes de llegar a la orilla, donde el propietario, residente en Almuñécar, intentó moverlo aprovechando el oleaje, lo cual fue imposible.

En el lugar se personaron efectivos de Guardia Civil y Salvamento Marítimo, para los trámites pertinentes. La embarcación varada terminó rompiéndose tras horas de entrada del agua, y habiéndose recogido antes algunos de los enseres del velero. El Ayuntamiento de Almuñécar está colaborando ahora en la retirada de los restos con el propietario, que podría verse expuesto a sanción.

Desde el Grupo de Expertos no Gubernamentales del Sistema Mundial de Socorro han advertido a Europa Press de que las causas estriban en posibles negligencia e incumplimiento de las normas básicas de prevención y de vigilancia del velero durante el fondeo.

Se da la circunstancia de que este pasado sábado estaba activada la alerta amarilla por fuertes vientos de hasta 70 kilómetros por vientos de oeste a suroeste de fuerza siete en las costas de Almería, Granada y Málaga.

Estos expertos han detallado que, una vez fondeados los barcos, es necesario comprobar que el ancla está fijada, y observar la zona de borneo para comprobar que no haya rocas con las que puedan golpear. Se debe vigilar la embarcación continuamente, y hacer marcaciones para comprobar que "no garree".

Asimismo, "si hay cualquier cambio mínimo que pueda indicar que se van a producir condiciones adversas, se deberá levar ancla y abandonar el lugar de fondeo con suficiente tiempo para no quedar atrapados".

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